LA LIBERTADORA DEL LIBERTADOR

sábado, 6 de marzo de 2010 |

(Luisa Marin 05-03-10) MES DE LA MUJER...........
Manuela Sáenz Aispuru (* Quito, Ecuador; 27 de diciembre de 1797 - † Paita, Perú; 23 de noviembre de 1856)
sus padres Simón Sáenz Vergara, español, y María Joaquina Aizpuru, ecuatoriana. Su infancia transcurrió en Quito, donde rápidamente se hicieron sentir los ideales de los movimientos independentistas, organizándose grupos revolucionarios.
Manuela y su madre se identificaron con la gesta emancipadora; no así su padre quien permaneció fiel a la Corona española, por lo que fue hecho preso al estallar dicho movimiento, aunque posteriormente recuperó su libertad al ser sofocado en 1810. Debido a su apoyo al proceso de independencia americano, Manuelita fue internada en el convento de Santa Catalina donde aprendió a leer, escribir y rezar.

El prestigio de Simón Bolívar y su triunfo en la liberación de la Nueva Granada (1819) le gana entusiasmados adeptos a su causa, entre ellos Manuela Sáenz, quien se convierte en miembro activo de la conspiración contra el virrey del Perú, José de la Serna e Hinojosa (1820); y que al declararse la independencia del Perú (1821) se confiesa admiradora de José de San Martín. Los servicios de Manuela a la causa de emancipación fueron reconocidos al otorgársele, en 1822, la condecoración llamada "Caballeresa del Sol", consistente en una banda blanca y encarnada con una pequeña borla de oro y una medalla cuya inscripción decía "Al patriotismo de las más sensibles".
Luego de separarse de su marido, en 1822 viaja a Quito acompañada de su padre para visitar a su madre; conociendo en este lugar a Bolívar, cuando éste hizo su entrada triunfal a dicha ciudad el 16 de junio de 1822. En Quito surge un estrecho vínculo afectivo entre Bolívar y Manuela, derivado de sus conversaciones y coincidencias acerca de la campaña libertadora.
Ella no sólo concibe idealmente la independencia latinoamericana, sino que toma parte activa en la guerra: monta a caballo, maneja las armas, es capaz de sofocar un motín en la plaza de Quito.
En 1823 Bolívar parte al Perú donde se le une semanas más tarde Manuelita, quien lo acompaña durante la campaña libertadora de dicha nación, permaneciendo en su cuartel general algunas veces, o en Lima y en Trujillo en otras ocasiones

el 25 de septiembre de 1828, a intentar asesinarlo, conspiración fallida gracias a la rapidez con que Manuela hizo huir a Bolívar por una ventana del Palacio de Gobierno; es a partir de este acontecimiento que se le llama Libertadora del Libertador, calificativo que le dio el propio Bolívar.

En 1830, encontrándose en Guadas (Colombia) se entera de la muerte de Bolívar, por lo que se traslada de inmediato a Bogotá donde manifiesta públicamente de palabra y por la imprenta su adhesión a los ideales del Libertador.
Perseguida por el gobierno que sucedió en abril de 1831 al general Rafael Urdaneta en Bogotá, finalmente es expulsada por considerársele conspiradora.

En octubre de 1835, es informada que no puede entrar a Quito, pues sus credenciales no son válidas al perder Flores el poder. Asimismo, sus bienes fueron confiscados en Colombia. Ante estas circunstancias se instala en Paita, al norte del Perú, donde por necesidad económica abre un comercio relacionado con la producción de tabacos.
Durante esta última etapa de su vida, fue visitada en el puerto de Paita por personajes tales como Herman Melville (autor de Moby Dick), Simón Rodríguez y Giuseppe Garibaldi (patriota italiano). En 1856, contrae difteria, enfermedad que acaba con su vida; su cadáver fue incinerado a fin de evitar contagio en la población, lo mismo que sus pertenencias, entre ellas gran parte de la correspondencia de Bolívar para ella, que guardaba celosamente. En agosto de 1988, fue localizado el lugar donde se encontraban los restos de Manuela Sáenz en el cementerio de aquella población. La identificación fue posible gracias a que se encontró la réplica de la cruz que siempre portaba la cual la autentificaba como la compañera del Libertador.
No podemos dejar de nombrar y celebrar el hecho de que entre nosotras, existio nuestra CORONELA Manuelita, una historia mal contada, por mucho tiempo escondida, una historia que no podemos dejar que la mancillen, como lo dice el monologo que durante tres años he estado haciendo, para dejar en claro los rasgos que la colocan como baluarte de emancipacion en la época colonial y que durante mucho tiempo le han dado, a esta mujer que trascendió todos los esquemas sociales en una época donde la mujer estaba solo en el lugar donde los hombres le podían indicar, hoy debemos tener muy en claro que Manuelita le dijo a todos los hombres de su época, que ella, mujer tenia que ser visibilizada como estratega militar, política, con capacidad para estar dentro de la táctica y la estregia y que era la vanguardia de sentir bolivariano, hoy debe ser para nosotras, La caballeresa del sol, La Generala, Libertadora, No, no podemos dejar de amar y hacer respetar a la mujer que reivindica a la mujer y a la liberación de la mujer y, prueba con su vida que, no cabe ninguna discriminación sexista. A la Manuela solitaria del exilio eterno......con mucha satisfaccion debemos decir que el presidente Correa saldo un poco la deuda al hacer el acto publico en el quito progresista de hoy, pero nosotras debemos darle la visibilidad que se merece, contemos la verdadera historia de la CORONELA........LA LIBERTADORA DEL LIBERTADOR.......

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