Desde los cortes constantes de energía eléctrica, intervención de las llamadas telefónicas de los radioescuchas, hasta amenazas a los analistas de la emisora y un plan para asesinar a su director, se citan como parte del plan de hostigamiento.
Radio Uno opera con el apoyo de un voluntariado de hombres y mujeres comprometidos por una Honduras diferentes. Sin embargo las denuncias y críticas exteriorizadas por ese medio de comunicación, mantiene en vilo a quienes allí laboran, particularmente por la ola de asesinatos que se han perpetrado en contra de periodistas en el país.
En ese sentido denunció que tiene información precisa de la planificación desde los cuerpos represivos del Estado de su muerte. “Me informaron que mi muerte está muy bien planificada”, afirmó Arnulfo Aguilar, quien teme que en medio de los crímenes registrados, el suyo se sume a la lista.
“Esto es grave porque la intención es quebrantar la voluntad de la radio, pero sí impacta en las personas que vienen iniciando la actividad en la radio y que con suma facilidad caen”, dijo en una denuncia interpuesta ante el Comité de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
A raíz del hostigamiento que Radio Uno ha venido sufriendo con mayor fuerza desde el golpe de Estado militar encabezado por el dictador Roberto Micheletti, al personal de esa radioemisora se le emitieron medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (CIDH). El Estado de Honduras debió implementarlas de inmediato, pero hasta la fecha no se ha hecho este paso importante para salvaguardar tanto la vida de todas las personas que ejercen su Derecho a Libertad de Expresión, como el Derecho de Información que tiene la audiencia de esa emisora.
“Nosotros no tenemos un arma AK- 47 en las manos, nuestra postura es una postura pacífica, de análisis ante las distintas situaciones de nuestro país”, dijo Oswaldo Martínez quien forma parte del colectivo de Radio Uno.
Martínez cuenta con un espacio en la radio, en él realiza tertulias de la realidad nacional, planteamientos políticos, análisis y permite denuncias de la población como una forma de de permitirle a la gente su derecho a Libertad de Expresión. Y para hacer ameno su espacio canta canciones que le ha compuesto a la resistencia y al Presidente Zelaya, sin embargo todo ello le ha traído problemas y amenazas a su integridad.
“He recibido amenazas constantes por el teléfono donde me dicen “mirá si no te callas hijo de puta te vamos a pegar un balazo en la cabeza, para qué le está cantando canciones a Mel, vos y Mel los vamos a mandar a las cañeras, ya tenemos vigilada tu casa, ya sabemos cómo te movilizás, en qué carro andás, conocemos el barrio donde vivís , te tenemos chequeado el número de la placa”, en efecto la placa me la dan y coincide con el número de mi vehículo”, denunció Martínez.
“Hace dos semanas, las amenazas fueron más constantes, nos preocupamos mucho y lo paradójico de esto es que cuando bajé de Radio Uno me dijeron, “ya te vas, te vas cagado verdad cabrón”, eso es señal de que nos están vigilando, no solo a mí sino a la otra gente”, agrega.
Para él, “el objetivo es callar aquellas voces que se atreven a denunciar las violaciones a los derechos humanos, aquellas voces que están del lado de la gente más humilde a través de un micrófono. Los quieren callar con la amenaza, con la diatriba, con los asesinatos”.
“Las violaciones a los derechos humanos llegan al extremo, por ejemplo yo trabajo en una compañía de Cable de El progreso con un programa, un noticiero llamado “Progreso de Noche” y entonces nos mandaron a decir: “si no se calla le vamos a suspender el permiso no solo el permiso de operación del canal sino el permiso de operación de la compañía de cable”, denunció Martínez.
Sin embargo el denunciante es del criterio de que hay continuar en la lucha. “Porque aquí hay dos alternativas: continuar o callarse, nosotros vamos a continuar. Independiente de cualquier cosa, vamos a seguir siendo aquellas voces que todavía están al aire defendiendo las conquistas y las aspiraciones de este pueblo”.
Los denunciantes contaron ante el COFADEH, los ataques de que han sido objeto. “Allí tenemos nosotros las cápsulas de las bombas, la tanqueta estuvo estacionada mucho tiempo acá. El vice alcalde de San Pedro Sula Eduardo Bueso Hernández, vino a dejarles en un carro comidas rápidas y a abrazarse con los policías que mantuvieron sitiada la Estación, después de que Mel Zelaya ingresó aquel 21 de septiembre”, dijo.
Hizo una relación entre 2009 y estos meses que han pasado del 2010 y manifestó que ahora se han afinado las formas para atacarles y amenazarles, “en las horas de la noche nos han pedido documentos y registrado el carro frente a la radio, hemos tratado de ser flexibles y les hemos permitido que registre el carro, pero estamos totalmente desprotegidos en seguridad a pesar que tenemos medidas cautelares”. “Se han dado momentos en que estamos en pleno vigor de una información como el caso del Aguán y de repente hay un bajón de energía eléctrica.
"El día que asesinaron a Claudia Brizuela hubo un ventarrón, se fue la energía pero en todos lados llegó la energía menos a la cuadra de Radio Uno, al día siguiente cortaron la energía de acá" comenta.
Pese a los ataques contra la estación radial, ésta no ha cambiado su línea editorial, y por tal motivo, están dando a conocer tales excesos cometidos por los organismos estatales de seguridad,en espera de que ante la ausencia de protección del Estado de Honduras, los organismos internacionales presionen y se evite más derramamiento de sangre contra los periodistas que han expresado su oposición al extinto régimen despótico de Roberto Micheletti y Romeo Vásquez, quienes son señalados por los integrantes del Frente Nacional de Resistencia Popular de haber asesinado a más de 150 hondureños que buscaban una mejor Honduras.
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