Con infinito pesar, en el alma y en el corazón, escribo estas palabras: quiero poner en ellas todo el sentimiento para serle fiel a esta lágrima que cruza mi alma.
Palabras que nacen desde la plena luz de la solidaridad para los familiares y seres queridos de Simón y de Dave: palabras para unirme a su tristeza y su aflicción.
Palabras que quieren convertirse en un fuerte y demorado abrazo en esta hora tan difícil, tan dolorosa. Palabras en dolor mayor, para decirlo como el Padre Cantor, y despojadas de retórica.
El Palacio del Pueblo está de duelo, pero el redoble que sentimos en nuestros corazones llama a la vida: ¡Simón y Dave no se han ido, no se van! ¡Siguen con nosotros y nosotras, en nosotras y nosotros, porque la lucha continúa, porque la victoria final de nuestra Revolución Bolivariana también será de ellos! ¡La muerte será absorbida por la victoria! ¡En la Patria buena y bonita, en la Patria socialista viven y vivirán para siempre! Simón y Dave: digo sus nombres de compañeros, camaradas, hermanos y amigos; de entrañables colaboradores de mi equipo más cercano, a través de ustedes nombro a los hombres y mujeres de Prensa Presidencial que batallan, día a día, a mi lado.
De ustedes, trabajadores esforzados e insignes, nunca podremos hablar en pasado: siempre hablaremos en presente y avizorando el porvenir. Y lo haremos en nombre de la dignidad, en nombre de la inmensa condición humana que encarnaron. Sol del mundo que haremos, los que van a vivir te saludan.
En la vibrante voz de Víctor Valera Mora, reconozco a Simón y a Dave: vivos y saludando al sol del mundo nuevo del que fueron, son y seguirán siendo ejemplares hacedores. ¡Honor y gloria para Simón de Jesús García Muñoz y Dave Nehomar Muñoz González!
Hasta la vida siempre, Hugo Chávez Frías
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