Con apenas seis años, su niña, a quien llevaba a las marchas y a las actividades de la resistencia, reclamaba justicia, su rostro lleno de lágrimas, estremeció a las personas que la escuchaban. La niña queda huérfana junto a dos hermanitas más, una de cuatro meses y la otra de ocho años. Vanessa era madre sola.
Zepeda Alonso, fue asesinada el 03 de febrero. Su cuerpo fue lanzado unas horas después de que desapareciera. Sus familiares la buscaban con ansiedad pero su cuerpo yacía en la morgue de la capital. Fue encontrado tirado en una calle cercana a la colonia Loarque después de que fue lanzada desde un vehículo en marcha.
"A nueve días de su asesinato, exigimos justicia……Vanessa vive, vice, la lucha sigue..sigue", gritaban centenares de personas que llegaron a solidarizarse con la familia de la sindicalista y con sus compañeros y compañeras del SITRAIHSS, que llegaron con camisetas negras con el mensaje; "Vanessa siempre estarás en nuestros corazones", al final del Bulevar Morazán, en la capital.
Antes de empezar la caminata se realizó un acto en memoria a ella, su hijita de seis años tomó el micrófono y llorando dijo con voz entrecortada: "mi mami era buena y me quería mucho, me quería con el corazón..ella tenía un corazón tan fuerte y ella siempre estará en el cielito..no lloren por ella porque está en el corazón…ella era buena mamá cuando pasó eso..yo tengo que portarme bien porque era la mejor mamá".Tomás Andino en representación del FNRP lamentó la muerte de Vanessa y llamó a doblegar la lucha en memoria de los caídos, que ya suman decenas, desde que se llevó a cabo el golpe de Estado.
Después inició la caminata, velas encendidas y consignas contra la dictadura llenaron las calles. La marcha se detuvo enfrente de Radio Globo, donde permaneció por casi una hora.
El país perdió a una gran mujer, su lucha estará presente siempre, sus gritos aún no dejan en paz a sus asesinos. El nuevo rostro del golpe de Estado no podrá ocultar su muerte.
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