Los Expedientes (Luz Mely Reyes)

martes, 23 de noviembre de 2010 |

Uno de los fenómenos comunicacionales más interesantes que hemos
presenciado en estos últimos 12 años es ver cómo se construyen
supuestos y sobre ellos se buscan reacciones y nunca se sabe cuánto
hay de cierto y falso, lo que produce un estado generalizado de duda.

En 2003 el periodista Clodovaldo Hernández describió en su artículo La
cachiporra parte del fenómeno.

El asunto funciona como lo hace un chisme, pero amplificado por los
medios de comunicación. El mecanismo es perversamente simple y ha sido
usado históricamente. No basta con decir mentiras, hay que buscar
cualquier elemento que pueda hacerlas creíbles. Como bien reza la
máxima de la propaganda: una mentira dicha mil veces se convierte en
una verdad. De ser posible se usa cualquier falla real de la víctima
para darle. Por eso la frase " la mujer del César no sólo debe ser
honrada, sino parecerlo" es tan certera.

Es evidente que el presidente Chávez, al igual que otros líderes
incómodos, ha sido blanco de este tipo de estrategias. Los trucos
viejos lo son porque funcionan, más aún en el reduccionismo
polarizador: capitalismo salvaje vs comunistas comeniños.

En las semanas recientes nuevos capítulos se han sumado al expediente.
El caso Cubillas (terrorismo-ETA), mezclado con una "telenovela"
llamada El palestino y el caso Walid Makled,
(narcotráfico-corrupción), el preso más mediático de los últimos
tiempos.

Estos señalamientos tienen mucho sentido a los fines de perjudicar al
Mandatario.

Como consecuencia del 11S, se decretó una guerra mundial contra el
terrorismo. En 2002 la UE y EEUU calificaron a las Farc de
terroristas. A la guerrilla colombiana le ampliaron sus delitos al
aliarse con factores del narcotráfico. A los ojos de quienes esperan a
Chávez en la bajadita: ser terrorista y narcotraficante es lo mismo y
esto se castiga duramente.

La otra barajita que le tienen es la de la energía atómica. No le
acusan de desarrollar armas de destrucción masiva porque Venezuela no
tiene historial belicista.

A mi juicio, la salida a este tipo de trampas es la transparencia y la
firmeza. En eso el Gobierno ha sido torpe. Muchos le vendieron al
Ejecutivo una fórmula para enfrentar la guerra mediática: negar el
acceso a la información oficial.

Descalificar automáticamente cualquier denuncia. "Linchar" a muchos de
quienes le critican y contrarrestar con un sistema de medios públicos,
donde, con sus debidas excepciones, abunda voluntarismo, como lo
afirmó Pascual Serrano, con grandes dosis de desconocimiento. En
consecuencia, muchos de los funcionarios no están preparados para
enfrentar las peticiones de información; reaccionan tardíamente cuando
de investigar se trata; muchas veces no saben cuándo están metiendo la
pata y en vez de tener el cuero curtido, lo tienen gastado.

Mientras que el Presidente debe "portarse bien" y hacer algunas
gracias, para que la opinión pública internacional no lo castigue.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/Noticias/Luz-Mely-Reyes--Politikom--Los-expedientes.aspx

"Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un
acto de libertad... Haga circular esta información".
Rodolfo Walsh

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