REFLEXIONES DE CHUCHO.

domingo, 3 de octubre de 2010 |

QUE JORNADA MÁS COMBATIVA Y ALECCIONADORA. ELECCIONES PARLAMENTARIAS DEL 26.

Estamos obligados como revolucionario a decir algunas cosas sobre la jornada del domingo 26. Sobre todo porque se trato de un evento que deja marcado para siempre (por eso es histórico), algunos comportamiento del pueblo, sobre todo cuando se trata de un pueblo que ha aprendido a pensar políticamente.

En principio la participación fue masiva, el pueblo salio a votar, y mas que a votar a defender en la calle sus propuestas. No se trato entonces de una simple jornada record, de participación en elecciones parlamentarias, porque como dicen los ideólogos el pueblo venezolano es presidencialista y en tanto, solo participa en elecciones de ese tipo. En esta oportunidad se colocaron sobre el asador, una serie de planteamientos que guardan relación con las propuestas programáticas. Discutíamos sobre cual programa debía seguirse impulsando. El programa de la burguesía o el programa bolivariano.
Y así, las propuestas candidaturales pasaron a un segundo plano. Por esa razón (salvo algunas contadas excepciones) la pelea era entre quien defiende de mejor manera el programa revolucionario. El presidente Chávez y los secuaces del imperio.
Por eso es contundente la victoria, el pueblo salio a defender su programa y su líder, en consecuencia no fue presidencialista sino liderista.

En segundo lugar, la lucha era de una calidad única, de allí la importancia de la participación masiva, por cuanto, cuando se trata de luchas en donde esta involucrado las líneas estratégicas, la participación se limita (incluso la electoral) al grupo de los mas avanzados, (la maquinaria diría alguien) las bases del programa que discutíamos eran ni mas ni menos que las ligadas a la profundización del socialismo y a la lucha antiimperialista.

Ello explica la razón de los resultados en algunas zonas estratégicas y la paridad en los mismos. Hemos dicho hasta la saciedad que nos encontramos en una etapa de transición del proceso, cuyas características entre otras es la presencia por un lado de un estado, viejo estado que no se resigna a morir y otro, nuevo estado que no termina por nacer, de allí que las fuerzas que se enfrentan están como en un estado de equilibrio, por eso los resultados y además explica que en zonas como el estado capital, escenario preponderante de la lucha política, cuando se trata de combates de calidad como este, el resultado no se hace esperar. Y en zonas como nuestro estado, quien hizo las propuestas de entregar dadivas al pueblo a cambio de votos, además quien traiciono las propuestas revolucionarias halla quedado en el ultimo lugar, presagio de una inevitable muerte política. También explica los resultados de algunos estados como Sucre y Anzoátegui, dichos gobernantes han sido una suerte de administradores de las penurias del pueblo, no existe allá ninguna intento de profundizar la lucha por el proceso y el pueblo termina entiendo que la lucha por los cambios es una lucha por los cargos. Estos resultados unidos a algunos estrepitosos como los del Zulia, son los responsables que no hallamos obtenido la meta planteada de las ¾ partes de la asamblea. Sin embargo nos sentimos victoriosos porque Hemos triunfado en toda la línea, debemos sentirnos orgullosos, este pueblo es maravilloso, por eso debemos seguir profundizando el combate por la construcción del nuevo estado, Ya no se trata de limitarse únicamente a defender el gobierno y el terreno conquistado de la amenaza imperialista y la contrarrevolución interna.
Es necesario impulsar aceleradamente la destrucción de aquellas viejas relaciones económicas, sociales y culturales que, aunque están en retroceso, siguen siendo apoyos firmes para esa amenaza reaccionaria. Gran parte de las mismas perduran intactas y son el mayor obstáculo para construir – sobre la base material de esa herencia recibida – las nuevas relaciones sociales, que genérica y abstractamente se las resumen bajo el nombre del Socialismo del siglo XXI.



JESUS CHUCHO DIAZ. 27-09-10
COREPSUV.

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