NO HABRA SOCIALISMO SIN CONTINUAR EL EJEMPLO DE FABRICIO, ARGIMIRO, AMERICO, JORGE Y TODA LA PLEYADE DE REVOLUCIONARIOS CAÍDOS Y SOBREVIVIENTES DEL COMBATE HISTÓRICO POR EL SUEÑO DE UN MUNDO MEJOR

martes, 16 de agosto de 2011 |


                                                                                   

La historia es un hilo continuo, como esa ficción convencional que llamamos tiempo, aunque a veces no lo parezca por la forma en que la reseñan los historiadores. Ningún movimiento revolucionario es realmente derrotado, ya que nunca es vencido totalmente, aunque eso parezca a simple vista, siempre hay personas que lo continúan y transmiten en forma viva. Siempre son derrotas transitorias, o como diría Hugo Chávez, "por ahora".  Esos Camaradas son fuente permanente de ejemplo, de valores, de transmisión de ideología, pues nada la transmite más que el ejemplo. Y vaya que se requiere ideología, amor al pueblo y al ideal casi utópico de un mundo mejor, para dejar la familia, los amigos, las comodidades o cargos en el Estado, como lo hicieron Fabricio, Argimiro, Américo, Jorge, y todos esos revolucionarios que lo dieron todo por la lucha, y no me refiero sólo a los que cayeron, pues muchísimos no lo hicieron y no porque no se la jugaran, para señalar sólo un caso de miles, recuerdo en este momento a Carmelo Laborit, ya fallecido, quien no cayó en combate, pero igual vivió toda una vida de desprendimiento por la causa de la revolución socialista, y no me refiero a los camaradas por veneración, porque fueron y son humanos, y como tales en ellos también anidó o anida la lucha de clases ideológica, los refiero porque en la lucha de clases, nunca se rindieron, siguen en sus puestos, sus ejemplos son armas e instrumentos de combates contra quienes se apoltronan y aburguesan con las sobras que deja caer el gran capital de su mesa, contra quienes traicionan ese fuego sagrado que ellos portaron en su corazón y en sus conciencias.

 

Hoy más que  nunca necesitamos de ellos, hoy cuando nuestro máximo líder nos llama a hacer "la transición de la cultura política capitalista a la militancia socialista", reconociendo que los valores del capitalismo se han apoderado de no pocos dirigentes y militantes de nuestro proceso. Más grave aún en el caso de los dirigentes, pues esa base heroica que sin dirigencia salió a las calles el 12 y 13 de abril del 2002 a rescatar al Presidente y al proceso, es tierra fértil para la siembre de verdaderos valores socialistas.  No nacemos con los valores, éstos nos son inculcados en nuestras familias, escuelas, medios de comunicación, amistades, por el Estado, etc., y en el caso de un partido especialmente por su dirigencia. Esos valores se inculcan principalmente con el ejemplo, por eso es necesario dejar claro, que hoy más que ayer, es nuestro deber militante continuar esa corriente histórica que de manera individual o en pequeños círculos sobrevive, y en la cual nos es necesaria y vital la articulación y búsqueda de la unidad en pro del rescate de sus valores, para inculcarlos a la militancia con hechos, con el ejemplo de militancia comprometida, no burocratizada, viviente, y de desprendimiento en la lucha por el socialismo de quienes habiendo caído viven en nosotros, o de quienes habiendo sobrevivido con dignidad, se mantienen firmes en la lucha, y porque no decirlo, también nos es necesario por el desprecio que sentimos hacia esa actitud lambiscona o jalabola al capital, de quienes caen todos los días, pero de rodillas para servilmente traicionar el presente y futuro del pueblo. Fabricio, Argimiro, Américo, Jorge y la pléyade de otros y otras que entregaron su vida por el socialismo, no lo hicieron para que una camarilla de tránsfugas y oportunistas se enriquecieran. Lo hicieron para que viviéramos, y con su ejemplo, aprendiendo de sus aciertos y errores, continuáramos la lucha y construcción del mundo nuevo, con desprendimiento, fraternidad y amor. Así y sólo así, podremos derrotar al capitalismo y sus valores, así y sólo así, podremos avanzar en la construcción del Socialismo.

 

¡Unidad en torno al Comandante Chávez, y con quienes perseveran en el ejemplo de nuestros mártires!.

 

Para esos tránsfugas de nuestro pueblo, parafraseando en mi propia versión al poeta salvadoreño Roque Dalton diré:

 

 

Para los campesinos de mi patria
quiero la voz de Zamora.
Para los proletarios de mi patria
quiero la luz de Marx.
Para los perseguidos de mi patria
quiero la paz de Lenin.
Para la juventud de mi patria
quiero la esperanza del Pueblo.

Para los asesinos de mi patria,
para los carceleros de mi patria,
para los escarnecedores de mi patria,
quiero el odio de Motilón,
quiero el puño de Bolívar,
quiero la pólvora de Bolívar.

 

 

 

                                                  Felson Yajure (felsonyajure@yahoo.es)

        "PDPP" (Profundización de la Democracia Participativa Protagónica)
 




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