Anàlisis de entorno situacional politico. Francisco Cañizalez.

jueves, 9 de junio de 2011 |

Análisis de Entorno
Situacional Político
Martes 07 de junio de 2011

- Elecciones peruanas y lucha de clases
- Una elección de los pobres
- Un paso adelante de los desposeídos de Perú
- La burguesía peruana como la de Venezuela Ecuador, Bolivia, Nicaragua…
- Torturas en CICPC: se oyó la clara voz de Chávez
- El país exige respuestas ante violación de derechos humanos
- ¿Plan 2012 contra a Gran Misión Vivienda Venezuela?
- Giusti, Alvarez Paz y las peleas en la oposición

Las características del triunfo de Humala en Perú ratifican que en los procesos transformadores de América Latina juega un papel decisivo la eclosión de una inocultable y ruda lucha de clases. Por ejemplo, Fujimori arrasó en Lima (57% frente a 42% de Humala), donde viven los pudientes y una extendida clase media, así como en su puerto, El Callao, donde la candidata ultraderechista también se alzó con la victoria. Siendo que el departamento de Lima congrega a cerca de un cuarto de los electores del país y que ha sido contabilizado en su totalidad, de resto los resultados nacionales son muy favorables al candidato de Gana Perú, que por su parte ha arrasado en los departamentos más pobres del país, como por ejemplo en Puno, donde la notable pobreza transcurre a orillas del lago Titicaca, tradicional asentamiento de excluidos. Allí Humala obtuvo la friolera del 77% de los votos. Ollanta se impuso en 19 distritos electorales en la segunda vuelta presidencial, obteniendo sus mejores resultados en la deprimida zona sur del Perú y fue Puno la región donde se impuso con mayor amplitud. También ganó en el centro y en la selva. Mientras tanto, Keiko Fujimori volvió a imponerse en el norte y obtuvo el voto mayoritario en Lima, Lima provincias y en El Callao.
Se puede decir con propiedad que Humala es un presidente de los pobres, lo es gracias a los pobres ¿Irá a ser fiel el nuevo presidente a las masas irredentas de Perú, o caerá en las trampas que desde ya le pone la oligarquía? Tergiversando completamente el resultado, ya Mario Vargas Llosa anda diciendo que “Ollanta Humala tiene que entender que esta victoria se la han dado las clases medias. Las clases medias son las que se han volcado en esta segunda vuelta a confiar en él, a creer que se ha apartado del modelo absolutamente catastrófico de Chávez”. De todas formas, la lucha de los desposeídos de Perú ha subido un escaño en estas elecciones. Solo la irrefutable realidad nos dirá si continuará su ascenso, aunque pensamos que sí.
Ahora bien, hemos calificado esta lucha de clases como ruda ¿Acaso exageramos? Ya la burguesía peruana se está moviendo para hacerse notar de manera clara y sentar la advertencia de que no se comportará de manera distinta a como lo hace en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia, en Nicaragua, en Argentina, en Honduras, si acaso Humala se atreve a desafiarla. Ya siembra la desconfianza, el temor, y comienza a defender sus mezquinos intereses aunque en la práctica hasta ahora nadie los está amenazando. La Bolsa de Valores de Lima fue suspendida este lunes, a pocos minutos del inicio de operaciones, tras caer 8,71 por ciento como una reacción a la elección de Humala. El Índice General (IGBVL), principal indicador que mide el desempeño de las 36 empresas de mayor importancia en el parqué limeño, registraba un descenso de 1.848,9 enteros. En previsión de que el mercado continúe bajando, la Bolsa de Valores de Lima decidió suspender la negociación hasta las 10:00 hora local como medida de seguridad. Hernando Pastor, de la casa de bolsa Kallpa Securities SAB, manifestó que los inversores viven momentos de pánico y el mercado sólo espera que se den señales claras de que “se va a continuar con el modelo económico”, es decir con el neoliberalismo. El camino de los pueblos latinoamericanos es duro y no es hora de candorosas ilusiones. Tal como nos gusta decir, la pelea es peleando.
En nuestro análisis del pasado 2 de mayo dijimos, en torno al caso de los detenidos fallecidos en los calabozos del CICPC: “como el tema está siendo politizado rápidamente, la respuesta política es aún insuficiente. Nos preguntamos, por ejemplo y con todo respeto ¿por qué no se ha escuchado la voz del presidente Chávez sobre este horrendo suceso? Necesitamos siempre su voz ante el mundo, porque es a él a quien siguen y escuchan, no a nuestros funcionarios, a quienes da la canalla mediática internacional relevancia menor”. Muy pronto hemos tenido la suerte de ver satisfechas nuestras expectativas. El Presidente se ha referido al caso sin andarse con remilgos, de manera contundente, al hacer un llamado a investigar “a fondo” lo ocurrido. Chávez exigió sin ambages el respeto a los derechos humanos de los reos y dijo que “una manzana podrida” puede dañar a otros funcionarios que respetan la legislación: “Tiene que acabarse definitivamente eso de estar golpeando, torturando, vejando a un prisionero. Después dicen que murió de un infarto. Investiguen a fondo y hay que limpiar, seguir limpiando los cuerpos policiales”. Es decir, no se trata de hacer una simple investigación para terminar con unos presos, sino de algo más profundo. Ya el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, informó que se ha decidido dictar una medida de asistencia técnica al CICPC para evaluar todo lo concerniente al tratamiento y los procedimientos a los que son sometidos los detenidos en los calabozos. El Aissami indicó que dicha asistencia se llevaría a cabo a partir de ayer y sería liderada por la Comisión Nacional del Sistema Policial (Consipol). Además contará con la participación del Ministerio Público: “Esto nos permitirá arrojar un diagnóstico y medidas correctivas para evitar estas desviaciones policiales. El presidente Chávez ha ordenado una medida de reordenación radical”. Bien esperemos que ese radicalismo transformador se haga realidad, porque el país decente está exigiendo respuestas (y no nos referimos a los dirigentes escuálidos ni a la canalla mediática, que están haciendo politiquería con el asunto). La periodista independiente Luz Mely Reyes, por ejemplo, ha escrito: “¿Qué ocurrió la noche del 25 de mayo en los calabozos del CICPC en El Rosal donde tres detenidos murieron? Los familiares denuncian que fueron golpeados, un testigo clave que ha aceptado hablar con el periodista Eligio Rojas ratifica que aquella noche hubo golpes y maltratos contra los detenidos por parte de funcionarios. Sin embargo, según el reporte forense, dos de los hombres murieron por edema cerebral causado por sofocación. Sobre el otro, se especula que alguien le pisó la cabeza debido al hacinamiento de la celda. Las declaraciones del ministro Tareck El Aissami al respecto han generado dudas. ¿El Gobierno sostendrá la tesis de muerte accidental y por tanto no se investigará a fondo este hecho? Esperemos que no sea así, confiemos en que se llegará al fondo y que los responsables serán castigados, caiga quien caiga”.


Una voz progresista, la de Beltrán Haddad, ha dicho: “Nadie debe ser sometido a torturas en cualquier sistema de gobierno. En Venezuela siempre han existido recelos con la actuación policial, y no es para menos. No olvidemos nuestros muertos de la época pasada, entre ellos Lovera, Víctor Soto Rojas y Jorge Rodríguez. No hay dudas, por la forma abominable como los mataron, que sus muertes estaban precedidas de la tortura…Ahora, a raíz de los presos muertos en una sede policial, la Fiscal General ratificó que Venezuela es un Estado garantista de los derechos humanos. Conozco a Luisa Ortega Díaz y sé que hará respetar los derechos humanos, cueste lo que cueste, pero también debo decir que todavía es frecuente que una investigación policial comience con una privación ilegítima de libertad, o con redada policial, maltrato y todo. Son vicios del pasado arrastrados por policías irrecuperables, y eso hace que la ciudadanía sienta miedo. Lo grave, estimada Fiscal, es cuando le tenemos desconfianza y temor al policía, porque no sabemos si es policía o es delincuente”.


Entretanto, un veterano de la lucha por los derechos humanos, José Vicente Rangel, asentó en su columna de ayer: “Alerta: nada más despreciable en una democracia que la práctica de la desaparición forzada y la tortura. Aplicar esos procedimientos a detenidos, políticos o no, se convirtió durante la IV República en algo normal. En ejercicio cotidiano por los gobiernos de la época del principio de autoridad elevado éste a la categoría de política del Estado. Esas violaciones al Estado de derecho cesaron en la etapa de la revolución bolivariana, y los casos detectados tienen que ver más con comportamientos personales aislados, consecuencia de una anticultura caracterizada por la agresión al ciudadano, que a políticas oficiales. Pero la tentación de la violencia está siempre latente, al acecho, y salta como bestia en busca de la presa en cualquier momento. De ahí la importancia de no banalizar los hechos. De estar vigilantes, en especial el gobierno, para encarar situaciones donde aparece el estigma. Con la finalidad de atender la denuncia y sancionar de manera ejemplar a los responsables, independientemente de los cargos que ejerzan en los organismos de seguridad. El comentario lo hago porque pocos días atrás 3 detenidos murieron en un calabozo del CICPC en El Rosal. Todos presentaban huellas de maltratos físicos, y uno tenía fractura de cráneo. Cuando los presos comienzan a morir en los recintos policiales, es porque algo marcha mal y las alarmas deben dispararse. El alto gobierno tiene que reaccionar ante lo ocurrido y proceder a fondo. En esta materia es preferible excederse en las investigaciones, en la respuesta, en vez de incurrir en omisiones. La omisión siempre entraña complicidad, y retornar a un pasado oprobioso en esta materia, sería una grave afrenta a aquellos que murieron en las cárceles, víctimas de inenarrables torturas, y a la causa universal de los derechos humanos”.

Hay que estar muy vigilantes, porque el denunciado conspirador “Plan 2012” va asumir muy diversas formas y, en cuanto a conflictos, va tanto a crearlos artificialmente como a aprovechar genuinas protestas, acciones y problemas del pueblo para infiltrarse, generar caos y hacer politiquería. Dos situaciones ocurridas ayer son, al menos, sospechosas. Por un lado, la Policía Nacional Bolivariana tuvo que reabrir la vía que mantenía trancada un grupo de vecinos del sector Pinto Salinas para protestar por la ocupación ilegal de un terreno del sector. Los funcionarios retiraron cauchos quemados y otros objetos que estaban colocados en la vía. Es decir, se utilizó allí el estilo de las guarimbas. Lo más raro es que la vocera del Consejo Comunal del Comité de Hábitat y Vivienda del lugar, Mirna Pérez, no solo exigió que los invasores se retiraran del lugar, sino que señaló como falso que se trate de personas damnificadas. Por otro lado, en la madrugada del ayer, un grupo de más de 40 personas ocupó ilegalmente un terreno en el sector Maripérez en Caracas. William Briceño, uno de los invasores, indicó que el terreno estaba baldío. Otra nota que despierta suspicacia es que este tal Briceño señaló que en 15 años no ha visto la construcción de ninguna edificación que corresponda a algún proyecto en la zona. “Siempre dicen que hay un proyecto y no se hace nada”. Acciones y palabras que pudieran apuntar al corazón de la Gran Misión Vivienda.


Algunas preguntas y respuestas en una entrevista que hiciera Roberto Giusti a Oswaldo Alvarez Paz, en El Universal, no pueden esconder la situación de real división y amarga controversia que se vive en el campo opositor. Veamos un extracto:

“-Ante un pre-candidato desprendido de los demás existe un movimiento, incluidos los partidos históricos, para elegir un sólo aspirante que le dispute la candidatura. ¿Estás incorporado a esa iniciativa?

-No estoy de acuerdo con ese tipo de cayapa. Sé que hay conversaciones para tratar de lograr acuerdos, pero no estoy participando en eso. Algunos lo consideran necesario para parar a Henrique Capriles. Yo creo que no será necesario. Además, no lo veo con buenos ojos

-¿Por qué? ¿Porque no le ves coherencia ideológica o porque consideras que se trata de una maniobra que no se hubiera dado si no se plantea ese cuadro electoral?

-Creo que por la última parte de tu planteamiento. Además, la dirección político partidista se está agotando en el tema electoral y en las maniobras que ello conlleva. Y nos estamos olvidando de la política con P mayúscula, de la política grande, de la fijación de posiciones firmes ante tantos problemas graves. Para la elección presidencial falta año y medio, y no es que nos desentendamos del tema electoral, pero invertir tiempo, inteligencia y trabajo en maniobras para ver cómo cerramos el paso a gente dentro de nuestro mundo no me parece lo más correcto”.

Como se puede ver, en la MUD la procesión va por dentro, y va dura.

PUBLICADO POR COREPSUV*.

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