Este jueves, 27 de enero se celebrara el DIA EN QUE NO FUNDARON A CABUDARE. Este año, lamentablemente, la ciudad se encuentra con el grave problema de la recolección de basura. OJALA, QUE COMO REGALO, LA ALCALDIA LOGRE EJECUTAR UN OPERATIVO...
Cabudare es un pueblo sencillo y con una sociedad moderna y humanizada, hay gente foránea que convive con nosotros y progresamos juntos, su clima es suave, que en las sierras son frías y cálido en sus valles; en las estaciones suaves marca 18 grados, y cuando el calor es fuerte marca 27 grados. Las tierras de Cabudare son fértiles y con agua abundante en el subsuelo, se cultiva la caña de azúcar, tiene buenos potreros para ganados vacuno, sus habitantes autóctonos son excelentes agricultores y en general tenemos muchos comerciantes activos.
Cabudare está cerca de Barquisimeto; lo cual ha sido más bien perjudicial para un mayor desarrollo económico…. tiene comercios modernos y una vida dinámica, con proyección al futuro. Es una experiencia más, conocer, ver y palpar a este pueblo que surge con sacrificio y con los grandes esfuerzos sus propios habitantes... Con toda justeza, podemos decir que ¡CONOCER CABUDARE ES TODA UNA AVENTURA!...
Según la Historia...
Cabudare está llena de sacrificios y de heroísmo. Cabudare, es una muestra de valor, del silencio y el sacrificio de sus habitantes.
Cabudare hace muchos años, era una población floreciente, era un poblado indígena encontrado por los españoles y que se llamaba “KABUDARI”, que en lengua arawaca quiere decir “LUGAR DE GRANDES ÁRBOLES”, los cuales fueron destruidos por los invasores del imperio español, para preparar con su fuego el papelón y aguardiente de caña, lo cual permitió el rápido crecimiento urbano y comercial.
En la ultima década del siglo XVIII, cuando la Francia Revolucionaria iluminó al mundo con la inteligente y civilizada declaración de los derechos del hombre, se fundó Cabudare que ya para entonces había crecido, en edificios y población, y sus comercios progresaba rápidamente, que alarmó de tal manera a los déspotas, envidiosos intrigantes, y atrasados por la frustración y la mente oscura, que decidieron cerrarle y detener su progreso material y espiritual, con fines inconfesables, y en nombre de Carlos IV que gobernaba toda esta parte de Venezuela, y por resolución expedida en Barquisimeto, prohibieron que a Cabudare se le fabricasen nuevas casas y que no quedase sino establecida una sola pulpería, los opresores querían monopolizar el comercio, trataban que Barquisimeto fuese el único centro y que Cabudare quedase bajo el mando del Señorito Feudal Juan José Alvarado; este llamaba indios a los habitantes de Cabudare.
La naturaleza conmovida de ver esos excesos brutales, reaccionó de tal manera, que sacudió el valle de Cabudare con un terremoto en la tarde del 26 de Marzo de 1812, que redujo a ruinas el caserío de Cabudare y la capital Barquisimeto. Cabudare fue convertida en un desierto desolado y triste donde las lágrimas de los sobrevivientes, quienes eran solo las jovencitas apetecibles para la carne real, lloraban desconsoladamente. Los sicarios atacaban por sorpresa, sembrando la muerte y la destrucción, solo se perdonaba a las mujeres jóvenes. Al día siguiente Cabudare amaneció con un mosquero atroz; estaba sembrada de grandes huecos y pozos llenos de cadáveres, como sepulcros abiertos. Solo un hombre grande podía salvarlos, un héroe predestinado, la naturaleza la había encomendado esta misión a Simón Bolívar, quien fue el hombre escogido por la providencia, para arrojar esa basura blanca y purificar el territorio de aquellos raros especímenes que llegan a Venezuela.
Al amanecer del día 10 de Noviembre de 1813, El Libertador Simón Bolívar, marchaba sobre Barquisimeto, con sus soldados bien formado, con la disciplina y el deber para con sus hermanos. En el trayecto habían pernoctado en los Rastrojos e hizo su entrada a Cabudare en medio de una alegría indescriptible, ya que desde el día anterior era esperado con ansias, muchos querían solicitarle una licencia al Libertador para poder construir sus cabañas, sus casitas en el pueblo. El General Simón Bolívar, ordenó inmediatamente la marcha acelerada del ejército hasta llegar a la Ceiba “EN ESTA FRONDOZA CEIBA -QUE NO ES CEIBA, ES UN JABILLO-, DECRETO EL LIBERTADOR, NUESTRO GRAN SIMÓN BOLÍVAR LA CREACION DE CABUDARE COMO UNA DIGNA CIUDAD”… Este, con toda justicia, debería ser el DÍA DE CABUDARE. Bajo este árbol que aun existe, cercano al puente de San Nicolás, en la calle San Juan, dictó y firmó El Libertador, inspirado por el Dios de la justicia y la libertad, con un corto pero elocuente decreto, dándole el título oficial a Cabudare de Parroquia Civil, y declarando a sus hijos en posesión de todas las garantías y derechos que le había arrebatado la opresión.
Cabudare es un pueblo sencillo y con una sociedad moderna y humanizada, hay gente foránea que convive con nosotros y progresamos juntos, su clima es suave, que en las sierras son frías y cálido en sus valles; en las estaciones suaves marca 18 grados, y cuando el calor es fuerte marca 27 grados. Las tierras de Cabudare son fértiles y con agua abundante en el subsuelo, se cultiva la caña de azúcar, tiene buenos potreros para ganados vacuno, sus habitantes autóctonos son excelentes agricultores y en general tenemos muchos comerciantes activos.
Cabudare está cerca de Barquisimeto; lo cual ha sido más bien perjudicial para un mayor desarrollo económico…. tiene comercios modernos y una vida dinámica, con proyección al futuro. Es una experiencia más, conocer, ver y palpar a este pueblo que surge con sacrificio y con los grandes esfuerzos sus propios habitantes... Con toda justeza, podemos decir que ¡CONOCER CABUDARE ES TODA UNA AVENTURA!...
Según la Historia...
Cabudare está llena de sacrificios y de heroísmo. Cabudare, es una muestra de valor, del silencio y el sacrificio de sus habitantes.
Cabudare hace muchos años, era una población floreciente, era un poblado indígena encontrado por los españoles y que se llamaba “KABUDARI”, que en lengua arawaca quiere decir “LUGAR DE GRANDES ÁRBOLES”, los cuales fueron destruidos por los invasores del imperio español, para preparar con su fuego el papelón y aguardiente de caña, lo cual permitió el rápido crecimiento urbano y comercial.
En la ultima década del siglo XVIII, cuando la Francia Revolucionaria iluminó al mundo con la inteligente y civilizada declaración de los derechos del hombre, se fundó Cabudare que ya para entonces había crecido, en edificios y población, y sus comercios progresaba rápidamente, que alarmó de tal manera a los déspotas, envidiosos intrigantes, y atrasados por la frustración y la mente oscura, que decidieron cerrarle y detener su progreso material y espiritual, con fines inconfesables, y en nombre de Carlos IV que gobernaba toda esta parte de Venezuela, y por resolución expedida en Barquisimeto, prohibieron que a Cabudare se le fabricasen nuevas casas y que no quedase sino establecida una sola pulpería, los opresores querían monopolizar el comercio, trataban que Barquisimeto fuese el único centro y que Cabudare quedase bajo el mando del Señorito Feudal Juan José Alvarado; este llamaba indios a los habitantes de Cabudare.
La naturaleza conmovida de ver esos excesos brutales, reaccionó de tal manera, que sacudió el valle de Cabudare con un terremoto en la tarde del 26 de Marzo de 1812, que redujo a ruinas el caserío de Cabudare y la capital Barquisimeto. Cabudare fue convertida en un desierto desolado y triste donde las lágrimas de los sobrevivientes, quienes eran solo las jovencitas apetecibles para la carne real, lloraban desconsoladamente. Los sicarios atacaban por sorpresa, sembrando la muerte y la destrucción, solo se perdonaba a las mujeres jóvenes. Al día siguiente Cabudare amaneció con un mosquero atroz; estaba sembrada de grandes huecos y pozos llenos de cadáveres, como sepulcros abiertos. Solo un hombre grande podía salvarlos, un héroe predestinado, la naturaleza la había encomendado esta misión a Simón Bolívar, quien fue el hombre escogido por la providencia, para arrojar esa basura blanca y purificar el territorio de aquellos raros especímenes que llegan a Venezuela.
Al amanecer del día 10 de Noviembre de 1813, El Libertador Simón Bolívar, marchaba sobre Barquisimeto, con sus soldados bien formado, con la disciplina y el deber para con sus hermanos. En el trayecto habían pernoctado en los Rastrojos e hizo su entrada a Cabudare en medio de una alegría indescriptible, ya que desde el día anterior era esperado con ansias, muchos querían solicitarle una licencia al Libertador para poder construir sus cabañas, sus casitas en el pueblo. El General Simón Bolívar, ordenó inmediatamente la marcha acelerada del ejército hasta llegar a la Ceiba “EN ESTA FRONDOZA CEIBA -QUE NO ES CEIBA, ES UN JABILLO-, DECRETO EL LIBERTADOR, NUESTRO GRAN SIMÓN BOLÍVAR LA CREACION DE CABUDARE COMO UNA DIGNA CIUDAD”… Este, con toda justicia, debería ser el DÍA DE CABUDARE. Bajo este árbol que aun existe, cercano al puente de San Nicolás, en la calle San Juan, dictó y firmó El Libertador, inspirado por el Dios de la justicia y la libertad, con un corto pero elocuente decreto, dándole el título oficial a Cabudare de Parroquia Civil, y declarando a sus hijos en posesión de todas las garantías y derechos que le había arrebatado la opresión.
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