...del estado Lara
Por: Douglas Chourio
Quienes suscribimos este documento, militantes del PSUV del municipio Crespo del estado Lara decidimos dar a conocer nuestras reflexiones al resto de camaradas del municipio, el estado y el país, animados por la necesidad de crear espacios y momentos para la reflexión, el debate, la crítica y la autocrítica, en la búsqueda de crear elementos para la construcción de nuestra teoría revolucionaria en general y el diseño y revisión de nuestra estrategia y nuestra táctica.
Nuestra Revolución Bolivariana logró desplazar del poder político a dos partidos fortísimos que habían logrado impactar la escena política prácticamente desde 1945 y hegemonizar absolutamente desde 1958. Ellos habían logrado diseñar y armar con la ayuda del imperialismo norteamericano y en la tradición del mundo occidental capitalista un sistema político democrático burgués que mostró graves signos de agotamiento a partir de 1989.
En estos once años de gobierno revolucionario no hemos podido desplazar al viejo sistema de los imaginarios y mentalidades en gran parte del pueblo y de nuestros dirigentes, quienes todavía expresamos conductas más cercanas a esas viejas concepciones (demagogia, corrupción, clientelismo, burocratismo, asistencialismo, paternalismo, adulancia, oportunismo, sectarismo, etc.) que a las del “hombre nuevo” del que nos hablaron el Ché y tantos otros héroes de la lucha por el socialismo.
Así también podemos decir que nuestra revolución puede mostrar inmensos logros objetivos en distintos terrenos como obras de infraestructuras (puentes, metros, ferrocarriles, vialidad, hospitales, etc.), asistencia social (salud, educación, servicios de agua potable y electricidad), disminución del desempleo y de la pobreza en medio de una de las más feroces crisis económicas mundiales, incremento y profundización de la participación política, transferencia del poder al pueblo, politización del pueblo, develamiento de las contradicciones fundamentales del mundo y de la sociedad venezolana, solidaridad e integración con otras naciones y pueblos (ALBA, UNASUR, PETROCARIBE, PETROSUR, SUCRE, TELESUR, RADIO DEL SUR, BANCO DEL SUR, CONVENIOS CON PAISES HERMANOS, etc.) en la construcción de un mundo multipolar; el satélite Simón Bolívar, lucha contra el latifundio con gran cantidad de hectáreas devueltas a quienes la trabajan; aumento de la producción de muchos rubros agrícolas (maíz, arroz, carne, leche, frijol, soya, caraota, productos del mar, etc.).
A pesar de contar con tan importantes logros que benefician a la gran mayoría de venezolanos, podemos decir que realmente son muchos los que se expresan electoralmente en contra de nuestras propuestas (en Venezuela no hay cuatro millones de oligarcas). En la última medición electoral se pudo observar que nosotros perdimos votos con relación al referendo de 2.009 y la contrarrevolución superó su techo de cuatro millones y tantos (nosotros perdimos y ellos ganaron votos). Nosotros no alcanzamos la meta trazada de obtener los dos tercios de la asamblea. Quizá la meta que se planteó fue exagerada, en tal sentido podíamos decir, entonces, que no se fue realista a la hora plantear la misma o los planes trazados para cumplir esos objetivos fueron deficientes o no se cumplieron bien las tareas previstas en la planificación. O todas las anteriores.
A este avance electoral de la contrarrevolución podemos agregar el progreso de la amenaza imperialista (bases militares, la cuarta flota, agresión diplomática incluyendo a altos funcionarios de la O.E.A., financiamiento permanente a grupos de la oposición, etc.), virulencia cada vez mayor de los medios de difusión pro imperialistas, que a veces pareciera que quisieran crear unas condiciones semejantes a las que lograron erigir antes de 11 de abril de 2.002 y durante el sabotaje petrolero (2.002-2.003). Si a esto le agregamos la crisis ecológica planetaria que golpea por igual a unos y a otros, habiéndonos tocado ahora a nosotros, primero con una terrible sequia y después con las descomunales precipitaciones que provocaron la muerte de treinta y cinco compatriotas y dejaron hasta el momento más de 130.000 damnificados, kilómetros de vialidad afectados, edificaciones dañadas, derrumbamiento de casas, inmensas cantidades de hectáreas de plátanos perdidas así como de otros rubros, muerte de muchos animales de corral, sobre todo de humildes familias campesinas. Tanto la sequia como las grandes precipitaciones han generado pérdidas económicas que cómodamente superan los diez mil millones de dólares, es decir, algo menos de lo que se perdió con el sabotaje petrolero de 2.003. Afortunadamente estamos en condiciones mucho mejores que aquellas y se prevé que este año sí habrá crecimiento económico.
Todas estas circunstancias (sociales, políticas, económicas, ecológicas y culturales) conforman un cuadro difícil en el cual nos toca movernos este año 2.011, como militantes del PSUV en la dirección de seguir avanzando en la construcción del Socialismo Bolivariano.
Tras los resultados del 26-S el presidente Chávez nos volvió a convocar a realizar las tres R. Ya lo había hecho después de la derrota del referendo para la reforma constitucional. En aquel momento no se vio un documento oficial del partido que recogiera los resultados de ese necesario proceso (revisión, rectificación y reimpulso), tampoco se definió una metódica para el desarrollo de un proceso que podía implicar la participación de más de cinco millones de personas. Tampoco ahora se ha definido la forma cómo vamos a participar en el debate y como se irán sistematizando los aportes para que surjan los documentos que decantados podrían arrojarnos importantes contribuciones que incluso pudieran estar direccionados hacia la construcción de nuestra propia teoría de la revolución en Venezuela. A pesar de cierto sesgo electoralista, este proceso de las tres R podría constituirse en una oportunidad ESTELAR. Los documentos surgidos de nuestro Congreso Extraordinario Fundacional, realizado el año pasado no hacen énfasis en las tres R.
Nosotros en Crespo pensamos que las direcciones del partido (regional y municipal), parecen desprovistas de iniciativa en este sentido (y en otros) y esperan las orientaciones desde otras instancias o no jerarquizan como prioritaria esta tarea. Entendemos todo lo que ha significado la emergencia de las lluvias. Pero entre emergencias ecológicas, políticas y de otra naturaleza, es probable que estemos en muchas ocasiones. Así que la capacidad de reflexionar en medio de la acción no debe paralizarse. Se trata del circuito dialectico: acción-reflexión-acción. Se puede y se debe, en medio de la agitación, tomarnos un tiempo para debatir, estudiar, reflexionar, leer, investigar, escribir. El pragmatismo, el espontaneismo, el voluntarismo, el activismo ciego e irreflexivo sólo le convienen a los contrarrevolucionarios. Este es el sentido que justifica a este modesto documento.
REVISIÓN:
GESTIÓN DE GOBIERNO Y GESTIÓN DE PARTIDO
Nuestra gestión de gobierno, a veces se presenta ante los ojos de la población como caótica, con una altísima rotación de los cuadros de dirección de las instituciones y empresas del Estado, con cambios constantes y repentinos de directrices. Todo esto salpicado de ineficiencia, burocratismo y corrupción. El comandante Chávez cuando ganó por tercera vez la presidencia dijo ante el país, que usaría dos espadas, una para combatir el burocratismo y otra para combatir la corrupción. Y en muchas otras ocasiones se ha referido a estos gruesos enemigos de nuestra revolución que en la gestión de gobierno han significado el no poder resolver suficientemente, problemas vitales como el déficit de viviendas, la inseguridad, la inflación, especulación, deterioro de muchas carreteras, el agotamiento de las misiones, el saboteo interno como el caso de los abastos Bicentenario donde a veces cuesta encontrar los productos de nuestras empresas socialistas como las de CVAL, o los bancos nacionalizados, donde a veces de manera deliberada tratan mal al público o desmejoran el servicio, desinforman a los usuarios y hasta se ha llegado al colmo de responder ante algún reclamo que eso es culpa de Chávez por haber expropiado el banco. En el estado Lara, el año pasado el funcionamiento del PAE fue pésimo y en Crespo cerca del 80% de las escuelas Bolivarianas quedaron sin comedor por más de cuatro meses sin que se diera una explicación satisfactoria, y aún a estas alturas del año escolar varias escuelas se mantienen sin este servicio, pero lo peor es el silencio que hemos guardado las comunidades educativas, los dirigentes del partido y los consejos comunales, y que para no hacerle el juego a la oposición. Esto, a pesar de que constantemente, el camarada Chávez nos exige que denunciemos, que interpelemos, que exijamos más compromiso de los funcionarios del gobierno. Ese argumento de que evitemos hacerle el juego a la oposición con denuncias de fallas de nuestro gobierno, a veces parece una coartada de quienes sí le hacen el juego a la contrarrevolución con sus conductas malsanas o descuidadas.
Mención especial, merece lo concerniente a la gestión comunicacional del gobierno y del partido. Gran parte de esta lucha se decide en el terreno de la comunicación. Se habla de guerra de cuarta generación en la cual los instrumentos principales de ataque y defensa lo conforman los medios. Sus contenidos, sus formas, alcances, capacidad de influir deben revisarse constantemente. Aquí los llamados medios alternativos pueden constituirse en extraordinarios agentes de encuentro con la gente más humilde, pero hay que ayudarles a sobrevivir sin la necesidad de buscar ese apoyo en los métodos mercantiles. Y nuestros medios de comunicación del estado deben atreverse a la crítica y la autocritica. Además de ganar más credibilidad ante los usuarios, ayudaría mucho a nuestros camaradas en funciones de gobierno (ministros, gobernadores, alcaldes, presidentes y demás dirigentes de empresas e instituciones públicas). Por otro lado, hay que hacer uso de la ley resorte para regular de verdad a las empresas de difusión privadas que tienen envenenadas y desquiciadas a una buena parte de la población. El partido no cuenta con un periódico propio para difundir su pensamiento y acciones, que contribuya con la formación y organización de las patrullas y demás instancias organizativas y a la relación entre estas, así como enlazarse con las organizaciones populares, obreras, campesinas y gremiales en general. Para debatir los grandes temas nacionales e internacionales, explicar las medidas del gobierno revolucionario, etc.
Nosotros como partido nacional podemos decir que surgimos al calor de la lucha por la construcción del socialismo, pero también contamos con la particularidad que nacimos desde el gobierno, como una iniciativa de nuestro presidente y sus más cercanos colaboradores. Es decir, un gobierno crea a un partido y lo dirige cuando por lo general es lo contrario, los partidos como instrumentos de lucha de ciertos sectores de la sociedad llegan al poder y como partido dirigen al gobierno. Así tenemos que importantísimas figuras del gobierno dirigen al partido. No se trata de un partido orgánicamente fuerte que controle o regule políticamente al gobierno, que lo corrija, que lo oriente. El partido se ha constituido, en buena medida en una maquinaria que apoya electoralmente al gobierno y que les posibilita a una parte de sus dirigentes acceder a ciertas responsabilidades a través de estos mismos procesos electorales. Pero no podemos olvidar que la tarea fundamental de este partido es hacer la revolución, dirigirla. Y esto obliga, además de ganar elecciones, a crear, junto con el pueblo, mayor poder popular, potenciando la capacidad de lucha, de gestión orgánica, de reflexión, de generar riqueza, conocimientos y conciencia revolucionaria en el pueblo.
Nuestro partido nació, en parte obligado por las circunstancias, con un sesgo burocrático y electoralista. Este sesgo se puede asociar con ciertas características adversas:
Militancia inorgánica. Tenemos alrededor de siete millones de inscritos, pero los militantes no hacemos vida dentro de las instancias orgánicas fundamentales del partido: las patrullas. No se han conformado funcionalmente las patrullas del partido. Durante el proceso electoral se activaron muy deficientemente las unidades de batalla electoral y una vez finalizado el proceso ni siquiera se dieron unas reuniones de evaluación.
Esta misma situación de militancia inorgánica se expresa en la poca formación de nuestros militantes. No se realizan planes de formación, ni reuniones de planificación y seguimiento que también contribuirían con la formación, además de direccionar eficientemente el esfuerzo.
Los militantes se agrupan alrededor de figuras del partido que por lo general ocupan ciertos puestos de dirección (gobernaciones, alcaldías, consejos legislativos, etc.). Cada grupo se convierte en su propio centro y se enfrenta a los otros por cuotas de poder burocrático. Se pierde así la perspectiva de para qué fue creado el partido y sus tareas históricas.
Los militantes no estamos financiando regular y plenamente nuestro partido.
Se depende para las orientaciones cotidianas de lo que diga nuestro presidente Chávez. No se toman iniciativas audaces. Se cumple medianamente con lo que nuestro máximo líder nos plantea como orientación. Hay una relación del presidente con cada militante pero no a través de las instancias naturales del partido como deben serlo las patrullas. Y como estas instancias no existen, tampoco existen vías expeditas para la crítica y la autocrítica y este espacio es ocupado por el chisme y el comentario de baja factura, lo cual lesiona al partido en su unidad.
El partido débilmente se pone al servicio del poder popular y en algunas ocasiones, desde instancias de gobierno se trata de poner a las instancias del poder popular al servicio de grupos que negocian en nombre de la revolución. Estamos hablando de casos en los cuales se ha visto a concejales y a grupos cercanos a ciertos alcaldes tratando de influir para que algunos consejos comunales contraten a determinadas personas, empresas o cooperativas para la realización de obras civiles. Esto debilita al poder popular, a los consejos comunales, que dejan de esta manera de responder a sus comunidades y hasta se les abre el perverso camino de la manipulación, la corrupción y la traición a sus vecinos y familiares. Por otro lado, desprestigia a todo el partido, no sólo a los sujetos de esas prácticas.
Se desconocen los documentos emanados de nuestro congreso extraordinario. Y por supuesto no se discuten ni se someten al estudio ni a la crítica, por lo que no están cumpliendo con la función para lo cual fueron creados. Así somos militantes que no tienen una instancia primaria de actuación y que desconocen sus estatutos, sus bases programáticas y sus principios. Sólo buscamos votos, asistimos a las marchas y demás actividades de propaganda y agitación, y por supuesto asistimos a votar religiosamente y cuidar los votos. Todo esto es importante pero en nada suficiente. Tenemos que ganar elecciones y además gobernar revolucionariamente en todos los niveles de gobierno y apoyar al pueblo para que se convierta en poder popular, no le podemos dejar todo a nuestro presidente.
En el estado Lara se nos presenta la particular circunstancia del traidor Henri Facón, quien logró llevarse algunos militantes nuestros y acumular una buena cantidad de votos que aunque no les resultaron suficientes para adjudicarse ni siquiera un diputado, no deja de ser inquietante el hecho de todo el proceso de discusiones con la MUD que en un futuro inmediato pudiera convertirse en una envestida electoral contra algunos de nuestros alcaldes como el de Palavecino (donde la MUD logró alzarse con los dos diputados del circuito) y cualquier otro que pudiera mostrar alguna debilidad, incluso, en un arrojo de audacia o temeridad pudieran intentar revocar a todos nuestros alcaldes, cuestión que por supuesto no lograrían pero podrían propinarnos algún golpe. Estamos en la obligación de recuperar esos espacios en el pueblo que le retiraron su apoyo a nuestro partido para correr tras ese tránsfuga habilidoso.
Después de este vuelo rasante por algunos asuntos que imaginamos de valiosa consideración, nos atreveremos a proponer algunas ideas que en el debate seguramente se encontrarán con otros aportes y en alguna medida puedan contribuir con el fortalecimiento del partido, el proceso revolucionario y el pueblo en su camino de convertirse en poder popular, en pueblo-estado revolucionario
PROPUESTAS (para rectificar y reimpulsarnos)
El presidente Chávez acaba de anunciar un cuerpo de lineamientos políticos para que sean discutidos por todo el partido, incluso por los partidos aliados, en tanto que se propone retomar el polo patriótico y eso obliga a discutir con ellos (bases programáticas, métodos de trabajo, formas organizativas, etc.).
Nuestras propuestas, en algún sentido, podemos decir que complementan las orientaciones del comandante. Veamos:
Organizar el partido desde las bases, es decir desde las patrullas. Creemos que desde ya debe arrancar una gran cruzada nacional por la estructuración de las patrullas territoriales y sectoriales. Organizar las patrullas no puede convertirse en un ejercicio burocrático que se contente con anunciar públicamente estadísticas con números impresionantes. No. Este año debe ser el año de ordenar nuestra casa: el PSUV. Con la velocidad que permitan las circunstancias concretas. Que no haya un militante que no haga vida dentro de alguna patrulla, donde discuta, proponga, planifique, ejecute, evalúe, estudie, critique y se autocritique.
Elegir desde las bases a las autoridades del partido en los estados, municipios y parroquias, y partiendo de la discusión política, la evaluación de nuestro proceso revolucionario y nuestras gestiones. Nuestros estatutos establecen que los primeros seis meses del año en curso se usarán para este proceso de elección. Pensamos que una elección desde las instancias nacionales abortarían todo un proceso de discusión que culminaría en un primer momento con la elección de las autoridades. Por otro lado, la misma cotidianidad nos dice que los elegidos responden de alguna manera a sus electores, lo que nos dice que si los eligen las bases, responderán con mayor facilidad a estas y si lo eligen otras instancias responderán a estas otras, lo cual puede contribuir a reforzar el vicio de los grupos que responden a personalidades (este es de fulanito, este otro es cuadro de menganito, aquel es ficha de perencejo). Cuando el presidente dijo que se las jugaba con las bases al momento que se iban a elegir los candidatos del partido a la Asamblea Nacional, potenció grandemente el entusiasmo de la militancia, lo cual se trasladó de inmediato a la capacidad de trabajo y movilización. Debemos reeditar esa experiencia. Debemos jugárnosla con las bases. Mientras más fuerte son las bases de un edificio, más podemos aventurarnos en hacerlo crecer.
Relanzar el proceso nacional de formación. Debe evaluarse lo que pudieron adelantar el año pasado los compañeros de la comisión nacional de formación. La activación de las patrullas apuntalaría muchísimo este fundamental aspecto. Nosotros pensamos que se debe aprender del proceso de sistematizar la práctica, lo cual obliga a confrontar con la teoría y producir nuevas enseñanzas que pudieran convertirse en aportes teóricos. Creemos que debemos estudiar:
La parte legal. En un primer momento la constitución, las leyes del poder popular, el plan Simón Bolívar, etc.
Las metodologías del trabajo popular, desde cómo llevar una reunión hasta cómo gestionar eficientemente desde un consejo comunal o comuna o la teoría de la sistematización, la elaboración de proyectos, etc.
Los documentos fundacionales del partido. Los discursos del camarada Chávez y sus líneas semanales.
Las fuentes teóricas de nuestra revolución Bolivariana:
Pensamiento de Bolívar, Miranda, Rodríguez, Zamora y otros.
El marxismo (Marx, Engels, Lenin, Gramsci, Mariátegui, el Che Guevara, Ludovico Silva, etc.).
Aportes indígenas y africanos y de afrodescendientes.
El pensamiento feminista
El pensamiento ecologista.
El partido debe tener su periódico de circulación nacional, que los militantes lo distribuyamos, lo vendamos. Que sea un instrumento para la organización, la formación, la crítica, la autocrítica, la orientación, el debate, para mostrar nuestros logros, nuestros retos, para monitorearnos, para vernos y reconocernos. Seguramente podemos usar otros medios de difusión pero el periódico del partido desde esta perspectiva es fundamental y debe ser una de las tareas principales de este año.
Emprender una cruzada nacional de cara a cara con el pueblo como la que se hizo en la campaña electoral pero formativa. Que le lleve a nuestro pueblo la palabra de nuestro partido y a su vez le escuche sus planteamientos, quejas, reclamos, sugerencias, etc. Se debe diseñar la metodología para que todo esto se recoja y pueda llegar ordenado pero no maquillado a otras instancias del partido y el gobierno revolucionario.
Nuestro gobierno revolucionario debe seguirse apoyando en su gestión en el pueblo organizado. Los consejos comunales han construido más casas que algunos alcaldes y a unos costos mucho más bajos. Esas articulaciones pueden afinarse en la confianza de que el pueblo organizado, gestionando desde los valores de la nueva sociedad, reflexionando, comprometiéndose, se convierte en poder popular. No sólo se trata de construir viviendas, lo cual es definitivamente urgente, sino de construir nuevas relaciones sociales, una nueva cultura política. Cuando Gramsci habla de construir hegemonía, se refiere a esto: a una nueva cultura.
Existe la profunda necesidad de asumir la ética socialista expuesta en la primera línea estratégica del Plan Simón Bolívar, disposición que fue necesaria después de seis años de práctica del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007, basada en la actitud presentada por el pueblo en la praxis plena del proyecto, ya que el mismo no es concebible bajo el perfil de las miserias que el capitalismo ha sembrado en el corazón del venezolano desde la época colonial.
Hoy más que nunca si queremos edificar como partido político el sueño que el pueblo venezolano tiene concebido en su conciencia respecto al proyecto bolivariano debemos asumir la ética socialista en todas sus implicaciones tal cual lo ha venido haciendo a lo largo de estos once años de gobierno el máximo líder de la revolución, el comandante Chávez, ya que como sentenciara el bolivarianista José Martí “los pueblos tienen la necesidad de amar algo grande, de poner en un objeto sensible su fuerza de creencia y de amor… Exáltese al pueblo: su exaltación es una prueba de su grandeza”.
Es necesario que la militancia psuvista y su práctica de gobierno esté impregnada en cada momento y en cada acción de la ética socialista puesto que el mayor daño que podemos hacerle al proyecto bolivariano es divorciarnos de sus propias concepciones y además estaríamos alzando las banderas de una educación necesaria para un pueblo que siendo, como lo dijera Carlos Marx, criaturas del poder y del capitalismo, se ha de imponer la gran tarea del desaprender: “el pueblo más grande no es aquel en que una riqueza desigual y desenfrenada produce hombres crudos y sórdidos y mujeres venales y egoístas: pueblo grande, cualquiera sea su tamaño, es aquel que da hombres generosos y honestos, así como mujeres puras y con conciencia social”, parafraseando de nuevo a Martí.
Estas reflexiones no pretenden otra cosa que ser un planteamiento más de los que dentro del PSUV se han hecho y se seguirán haciendo, en la intensión de seguir enriqueciendo el debate entre camaradas. Aquí no hay nada original, nada que no se haya dicho ya, entre nuestra gente del pueblo, nuestros dirigentes y militantes de la base, nuestro comandante Chávez. También se evidencian diferencias y matices. Cómo no haberlos si somos un partido de mujeres y hombres rebeldes, revolucionarios, inquietos, con deseos de aportarle siempre a nuestro proceso revolucionario. En el marco del respeto y la fraternalidad debemos compartir nuestras reflexiones, confrontar cualquier diferencia, seguir construyendo los caminos transformadores. Suscribimos los documentos del partido emanados de nuestro primer congreso extraordinario, ratificando nuestras convicciones anticapitalistas y antiimperialistas, bolivarianas y socialistas, nuestra lealtad al comandante Chávez, al partido y a sus direcciones y al pueblo venezolano y a la causa revolucionaria de todos los pueblos del mundo.
En Duaca, a los catorce días del mes de enero de dos mil once, Bicentenario de nuestra independencia y de la ratificación del fortalecimiento orgánico, político e ideológico de nuestro partido como instrumento del pueblo en la lucha por el socialismo.
PATRIA, SOCIALISTA O MUERTE, VENCEREMOS
Por: Douglas Chourio
Quienes suscribimos este documento, militantes del PSUV del municipio Crespo del estado Lara decidimos dar a conocer nuestras reflexiones al resto de camaradas del municipio, el estado y el país, animados por la necesidad de crear espacios y momentos para la reflexión, el debate, la crítica y la autocrítica, en la búsqueda de crear elementos para la construcción de nuestra teoría revolucionaria en general y el diseño y revisión de nuestra estrategia y nuestra táctica.
Nuestra Revolución Bolivariana logró desplazar del poder político a dos partidos fortísimos que habían logrado impactar la escena política prácticamente desde 1945 y hegemonizar absolutamente desde 1958. Ellos habían logrado diseñar y armar con la ayuda del imperialismo norteamericano y en la tradición del mundo occidental capitalista un sistema político democrático burgués que mostró graves signos de agotamiento a partir de 1989.
En estos once años de gobierno revolucionario no hemos podido desplazar al viejo sistema de los imaginarios y mentalidades en gran parte del pueblo y de nuestros dirigentes, quienes todavía expresamos conductas más cercanas a esas viejas concepciones (demagogia, corrupción, clientelismo, burocratismo, asistencialismo, paternalismo, adulancia, oportunismo, sectarismo, etc.) que a las del “hombre nuevo” del que nos hablaron el Ché y tantos otros héroes de la lucha por el socialismo.
Así también podemos decir que nuestra revolución puede mostrar inmensos logros objetivos en distintos terrenos como obras de infraestructuras (puentes, metros, ferrocarriles, vialidad, hospitales, etc.), asistencia social (salud, educación, servicios de agua potable y electricidad), disminución del desempleo y de la pobreza en medio de una de las más feroces crisis económicas mundiales, incremento y profundización de la participación política, transferencia del poder al pueblo, politización del pueblo, develamiento de las contradicciones fundamentales del mundo y de la sociedad venezolana, solidaridad e integración con otras naciones y pueblos (ALBA, UNASUR, PETROCARIBE, PETROSUR, SUCRE, TELESUR, RADIO DEL SUR, BANCO DEL SUR, CONVENIOS CON PAISES HERMANOS, etc.) en la construcción de un mundo multipolar; el satélite Simón Bolívar, lucha contra el latifundio con gran cantidad de hectáreas devueltas a quienes la trabajan; aumento de la producción de muchos rubros agrícolas (maíz, arroz, carne, leche, frijol, soya, caraota, productos del mar, etc.).
A pesar de contar con tan importantes logros que benefician a la gran mayoría de venezolanos, podemos decir que realmente son muchos los que se expresan electoralmente en contra de nuestras propuestas (en Venezuela no hay cuatro millones de oligarcas). En la última medición electoral se pudo observar que nosotros perdimos votos con relación al referendo de 2.009 y la contrarrevolución superó su techo de cuatro millones y tantos (nosotros perdimos y ellos ganaron votos). Nosotros no alcanzamos la meta trazada de obtener los dos tercios de la asamblea. Quizá la meta que se planteó fue exagerada, en tal sentido podíamos decir, entonces, que no se fue realista a la hora plantear la misma o los planes trazados para cumplir esos objetivos fueron deficientes o no se cumplieron bien las tareas previstas en la planificación. O todas las anteriores.
A este avance electoral de la contrarrevolución podemos agregar el progreso de la amenaza imperialista (bases militares, la cuarta flota, agresión diplomática incluyendo a altos funcionarios de la O.E.A., financiamiento permanente a grupos de la oposición, etc.), virulencia cada vez mayor de los medios de difusión pro imperialistas, que a veces pareciera que quisieran crear unas condiciones semejantes a las que lograron erigir antes de 11 de abril de 2.002 y durante el sabotaje petrolero (2.002-2.003). Si a esto le agregamos la crisis ecológica planetaria que golpea por igual a unos y a otros, habiéndonos tocado ahora a nosotros, primero con una terrible sequia y después con las descomunales precipitaciones que provocaron la muerte de treinta y cinco compatriotas y dejaron hasta el momento más de 130.000 damnificados, kilómetros de vialidad afectados, edificaciones dañadas, derrumbamiento de casas, inmensas cantidades de hectáreas de plátanos perdidas así como de otros rubros, muerte de muchos animales de corral, sobre todo de humildes familias campesinas. Tanto la sequia como las grandes precipitaciones han generado pérdidas económicas que cómodamente superan los diez mil millones de dólares, es decir, algo menos de lo que se perdió con el sabotaje petrolero de 2.003. Afortunadamente estamos en condiciones mucho mejores que aquellas y se prevé que este año sí habrá crecimiento económico.
Todas estas circunstancias (sociales, políticas, económicas, ecológicas y culturales) conforman un cuadro difícil en el cual nos toca movernos este año 2.011, como militantes del PSUV en la dirección de seguir avanzando en la construcción del Socialismo Bolivariano.
Tras los resultados del 26-S el presidente Chávez nos volvió a convocar a realizar las tres R. Ya lo había hecho después de la derrota del referendo para la reforma constitucional. En aquel momento no se vio un documento oficial del partido que recogiera los resultados de ese necesario proceso (revisión, rectificación y reimpulso), tampoco se definió una metódica para el desarrollo de un proceso que podía implicar la participación de más de cinco millones de personas. Tampoco ahora se ha definido la forma cómo vamos a participar en el debate y como se irán sistematizando los aportes para que surjan los documentos que decantados podrían arrojarnos importantes contribuciones que incluso pudieran estar direccionados hacia la construcción de nuestra propia teoría de la revolución en Venezuela. A pesar de cierto sesgo electoralista, este proceso de las tres R podría constituirse en una oportunidad ESTELAR. Los documentos surgidos de nuestro Congreso Extraordinario Fundacional, realizado el año pasado no hacen énfasis en las tres R.
Nosotros en Crespo pensamos que las direcciones del partido (regional y municipal), parecen desprovistas de iniciativa en este sentido (y en otros) y esperan las orientaciones desde otras instancias o no jerarquizan como prioritaria esta tarea. Entendemos todo lo que ha significado la emergencia de las lluvias. Pero entre emergencias ecológicas, políticas y de otra naturaleza, es probable que estemos en muchas ocasiones. Así que la capacidad de reflexionar en medio de la acción no debe paralizarse. Se trata del circuito dialectico: acción-reflexión-acción. Se puede y se debe, en medio de la agitación, tomarnos un tiempo para debatir, estudiar, reflexionar, leer, investigar, escribir. El pragmatismo, el espontaneismo, el voluntarismo, el activismo ciego e irreflexivo sólo le convienen a los contrarrevolucionarios. Este es el sentido que justifica a este modesto documento.
REVISIÓN:
GESTIÓN DE GOBIERNO Y GESTIÓN DE PARTIDO
Nuestra gestión de gobierno, a veces se presenta ante los ojos de la población como caótica, con una altísima rotación de los cuadros de dirección de las instituciones y empresas del Estado, con cambios constantes y repentinos de directrices. Todo esto salpicado de ineficiencia, burocratismo y corrupción. El comandante Chávez cuando ganó por tercera vez la presidencia dijo ante el país, que usaría dos espadas, una para combatir el burocratismo y otra para combatir la corrupción. Y en muchas otras ocasiones se ha referido a estos gruesos enemigos de nuestra revolución que en la gestión de gobierno han significado el no poder resolver suficientemente, problemas vitales como el déficit de viviendas, la inseguridad, la inflación, especulación, deterioro de muchas carreteras, el agotamiento de las misiones, el saboteo interno como el caso de los abastos Bicentenario donde a veces cuesta encontrar los productos de nuestras empresas socialistas como las de CVAL, o los bancos nacionalizados, donde a veces de manera deliberada tratan mal al público o desmejoran el servicio, desinforman a los usuarios y hasta se ha llegado al colmo de responder ante algún reclamo que eso es culpa de Chávez por haber expropiado el banco. En el estado Lara, el año pasado el funcionamiento del PAE fue pésimo y en Crespo cerca del 80% de las escuelas Bolivarianas quedaron sin comedor por más de cuatro meses sin que se diera una explicación satisfactoria, y aún a estas alturas del año escolar varias escuelas se mantienen sin este servicio, pero lo peor es el silencio que hemos guardado las comunidades educativas, los dirigentes del partido y los consejos comunales, y que para no hacerle el juego a la oposición. Esto, a pesar de que constantemente, el camarada Chávez nos exige que denunciemos, que interpelemos, que exijamos más compromiso de los funcionarios del gobierno. Ese argumento de que evitemos hacerle el juego a la oposición con denuncias de fallas de nuestro gobierno, a veces parece una coartada de quienes sí le hacen el juego a la contrarrevolución con sus conductas malsanas o descuidadas.
Mención especial, merece lo concerniente a la gestión comunicacional del gobierno y del partido. Gran parte de esta lucha se decide en el terreno de la comunicación. Se habla de guerra de cuarta generación en la cual los instrumentos principales de ataque y defensa lo conforman los medios. Sus contenidos, sus formas, alcances, capacidad de influir deben revisarse constantemente. Aquí los llamados medios alternativos pueden constituirse en extraordinarios agentes de encuentro con la gente más humilde, pero hay que ayudarles a sobrevivir sin la necesidad de buscar ese apoyo en los métodos mercantiles. Y nuestros medios de comunicación del estado deben atreverse a la crítica y la autocritica. Además de ganar más credibilidad ante los usuarios, ayudaría mucho a nuestros camaradas en funciones de gobierno (ministros, gobernadores, alcaldes, presidentes y demás dirigentes de empresas e instituciones públicas). Por otro lado, hay que hacer uso de la ley resorte para regular de verdad a las empresas de difusión privadas que tienen envenenadas y desquiciadas a una buena parte de la población. El partido no cuenta con un periódico propio para difundir su pensamiento y acciones, que contribuya con la formación y organización de las patrullas y demás instancias organizativas y a la relación entre estas, así como enlazarse con las organizaciones populares, obreras, campesinas y gremiales en general. Para debatir los grandes temas nacionales e internacionales, explicar las medidas del gobierno revolucionario, etc.
Nosotros como partido nacional podemos decir que surgimos al calor de la lucha por la construcción del socialismo, pero también contamos con la particularidad que nacimos desde el gobierno, como una iniciativa de nuestro presidente y sus más cercanos colaboradores. Es decir, un gobierno crea a un partido y lo dirige cuando por lo general es lo contrario, los partidos como instrumentos de lucha de ciertos sectores de la sociedad llegan al poder y como partido dirigen al gobierno. Así tenemos que importantísimas figuras del gobierno dirigen al partido. No se trata de un partido orgánicamente fuerte que controle o regule políticamente al gobierno, que lo corrija, que lo oriente. El partido se ha constituido, en buena medida en una maquinaria que apoya electoralmente al gobierno y que les posibilita a una parte de sus dirigentes acceder a ciertas responsabilidades a través de estos mismos procesos electorales. Pero no podemos olvidar que la tarea fundamental de este partido es hacer la revolución, dirigirla. Y esto obliga, además de ganar elecciones, a crear, junto con el pueblo, mayor poder popular, potenciando la capacidad de lucha, de gestión orgánica, de reflexión, de generar riqueza, conocimientos y conciencia revolucionaria en el pueblo.
Nuestro partido nació, en parte obligado por las circunstancias, con un sesgo burocrático y electoralista. Este sesgo se puede asociar con ciertas características adversas:
Militancia inorgánica. Tenemos alrededor de siete millones de inscritos, pero los militantes no hacemos vida dentro de las instancias orgánicas fundamentales del partido: las patrullas. No se han conformado funcionalmente las patrullas del partido. Durante el proceso electoral se activaron muy deficientemente las unidades de batalla electoral y una vez finalizado el proceso ni siquiera se dieron unas reuniones de evaluación.
Esta misma situación de militancia inorgánica se expresa en la poca formación de nuestros militantes. No se realizan planes de formación, ni reuniones de planificación y seguimiento que también contribuirían con la formación, además de direccionar eficientemente el esfuerzo.
Los militantes se agrupan alrededor de figuras del partido que por lo general ocupan ciertos puestos de dirección (gobernaciones, alcaldías, consejos legislativos, etc.). Cada grupo se convierte en su propio centro y se enfrenta a los otros por cuotas de poder burocrático. Se pierde así la perspectiva de para qué fue creado el partido y sus tareas históricas.
Los militantes no estamos financiando regular y plenamente nuestro partido.
Se depende para las orientaciones cotidianas de lo que diga nuestro presidente Chávez. No se toman iniciativas audaces. Se cumple medianamente con lo que nuestro máximo líder nos plantea como orientación. Hay una relación del presidente con cada militante pero no a través de las instancias naturales del partido como deben serlo las patrullas. Y como estas instancias no existen, tampoco existen vías expeditas para la crítica y la autocrítica y este espacio es ocupado por el chisme y el comentario de baja factura, lo cual lesiona al partido en su unidad.
El partido débilmente se pone al servicio del poder popular y en algunas ocasiones, desde instancias de gobierno se trata de poner a las instancias del poder popular al servicio de grupos que negocian en nombre de la revolución. Estamos hablando de casos en los cuales se ha visto a concejales y a grupos cercanos a ciertos alcaldes tratando de influir para que algunos consejos comunales contraten a determinadas personas, empresas o cooperativas para la realización de obras civiles. Esto debilita al poder popular, a los consejos comunales, que dejan de esta manera de responder a sus comunidades y hasta se les abre el perverso camino de la manipulación, la corrupción y la traición a sus vecinos y familiares. Por otro lado, desprestigia a todo el partido, no sólo a los sujetos de esas prácticas.
Se desconocen los documentos emanados de nuestro congreso extraordinario. Y por supuesto no se discuten ni se someten al estudio ni a la crítica, por lo que no están cumpliendo con la función para lo cual fueron creados. Así somos militantes que no tienen una instancia primaria de actuación y que desconocen sus estatutos, sus bases programáticas y sus principios. Sólo buscamos votos, asistimos a las marchas y demás actividades de propaganda y agitación, y por supuesto asistimos a votar religiosamente y cuidar los votos. Todo esto es importante pero en nada suficiente. Tenemos que ganar elecciones y además gobernar revolucionariamente en todos los niveles de gobierno y apoyar al pueblo para que se convierta en poder popular, no le podemos dejar todo a nuestro presidente.
En el estado Lara se nos presenta la particular circunstancia del traidor Henri Facón, quien logró llevarse algunos militantes nuestros y acumular una buena cantidad de votos que aunque no les resultaron suficientes para adjudicarse ni siquiera un diputado, no deja de ser inquietante el hecho de todo el proceso de discusiones con la MUD que en un futuro inmediato pudiera convertirse en una envestida electoral contra algunos de nuestros alcaldes como el de Palavecino (donde la MUD logró alzarse con los dos diputados del circuito) y cualquier otro que pudiera mostrar alguna debilidad, incluso, en un arrojo de audacia o temeridad pudieran intentar revocar a todos nuestros alcaldes, cuestión que por supuesto no lograrían pero podrían propinarnos algún golpe. Estamos en la obligación de recuperar esos espacios en el pueblo que le retiraron su apoyo a nuestro partido para correr tras ese tránsfuga habilidoso.
Después de este vuelo rasante por algunos asuntos que imaginamos de valiosa consideración, nos atreveremos a proponer algunas ideas que en el debate seguramente se encontrarán con otros aportes y en alguna medida puedan contribuir con el fortalecimiento del partido, el proceso revolucionario y el pueblo en su camino de convertirse en poder popular, en pueblo-estado revolucionario
PROPUESTAS (para rectificar y reimpulsarnos)
El presidente Chávez acaba de anunciar un cuerpo de lineamientos políticos para que sean discutidos por todo el partido, incluso por los partidos aliados, en tanto que se propone retomar el polo patriótico y eso obliga a discutir con ellos (bases programáticas, métodos de trabajo, formas organizativas, etc.).
Nuestras propuestas, en algún sentido, podemos decir que complementan las orientaciones del comandante. Veamos:
Organizar el partido desde las bases, es decir desde las patrullas. Creemos que desde ya debe arrancar una gran cruzada nacional por la estructuración de las patrullas territoriales y sectoriales. Organizar las patrullas no puede convertirse en un ejercicio burocrático que se contente con anunciar públicamente estadísticas con números impresionantes. No. Este año debe ser el año de ordenar nuestra casa: el PSUV. Con la velocidad que permitan las circunstancias concretas. Que no haya un militante que no haga vida dentro de alguna patrulla, donde discuta, proponga, planifique, ejecute, evalúe, estudie, critique y se autocritique.
Elegir desde las bases a las autoridades del partido en los estados, municipios y parroquias, y partiendo de la discusión política, la evaluación de nuestro proceso revolucionario y nuestras gestiones. Nuestros estatutos establecen que los primeros seis meses del año en curso se usarán para este proceso de elección. Pensamos que una elección desde las instancias nacionales abortarían todo un proceso de discusión que culminaría en un primer momento con la elección de las autoridades. Por otro lado, la misma cotidianidad nos dice que los elegidos responden de alguna manera a sus electores, lo que nos dice que si los eligen las bases, responderán con mayor facilidad a estas y si lo eligen otras instancias responderán a estas otras, lo cual puede contribuir a reforzar el vicio de los grupos que responden a personalidades (este es de fulanito, este otro es cuadro de menganito, aquel es ficha de perencejo). Cuando el presidente dijo que se las jugaba con las bases al momento que se iban a elegir los candidatos del partido a la Asamblea Nacional, potenció grandemente el entusiasmo de la militancia, lo cual se trasladó de inmediato a la capacidad de trabajo y movilización. Debemos reeditar esa experiencia. Debemos jugárnosla con las bases. Mientras más fuerte son las bases de un edificio, más podemos aventurarnos en hacerlo crecer.
Relanzar el proceso nacional de formación. Debe evaluarse lo que pudieron adelantar el año pasado los compañeros de la comisión nacional de formación. La activación de las patrullas apuntalaría muchísimo este fundamental aspecto. Nosotros pensamos que se debe aprender del proceso de sistematizar la práctica, lo cual obliga a confrontar con la teoría y producir nuevas enseñanzas que pudieran convertirse en aportes teóricos. Creemos que debemos estudiar:
La parte legal. En un primer momento la constitución, las leyes del poder popular, el plan Simón Bolívar, etc.
Las metodologías del trabajo popular, desde cómo llevar una reunión hasta cómo gestionar eficientemente desde un consejo comunal o comuna o la teoría de la sistematización, la elaboración de proyectos, etc.
Los documentos fundacionales del partido. Los discursos del camarada Chávez y sus líneas semanales.
Las fuentes teóricas de nuestra revolución Bolivariana:
Pensamiento de Bolívar, Miranda, Rodríguez, Zamora y otros.
El marxismo (Marx, Engels, Lenin, Gramsci, Mariátegui, el Che Guevara, Ludovico Silva, etc.).
Aportes indígenas y africanos y de afrodescendientes.
El pensamiento feminista
El pensamiento ecologista.
El partido debe tener su periódico de circulación nacional, que los militantes lo distribuyamos, lo vendamos. Que sea un instrumento para la organización, la formación, la crítica, la autocrítica, la orientación, el debate, para mostrar nuestros logros, nuestros retos, para monitorearnos, para vernos y reconocernos. Seguramente podemos usar otros medios de difusión pero el periódico del partido desde esta perspectiva es fundamental y debe ser una de las tareas principales de este año.
Emprender una cruzada nacional de cara a cara con el pueblo como la que se hizo en la campaña electoral pero formativa. Que le lleve a nuestro pueblo la palabra de nuestro partido y a su vez le escuche sus planteamientos, quejas, reclamos, sugerencias, etc. Se debe diseñar la metodología para que todo esto se recoja y pueda llegar ordenado pero no maquillado a otras instancias del partido y el gobierno revolucionario.
Nuestro gobierno revolucionario debe seguirse apoyando en su gestión en el pueblo organizado. Los consejos comunales han construido más casas que algunos alcaldes y a unos costos mucho más bajos. Esas articulaciones pueden afinarse en la confianza de que el pueblo organizado, gestionando desde los valores de la nueva sociedad, reflexionando, comprometiéndose, se convierte en poder popular. No sólo se trata de construir viviendas, lo cual es definitivamente urgente, sino de construir nuevas relaciones sociales, una nueva cultura política. Cuando Gramsci habla de construir hegemonía, se refiere a esto: a una nueva cultura.
Existe la profunda necesidad de asumir la ética socialista expuesta en la primera línea estratégica del Plan Simón Bolívar, disposición que fue necesaria después de seis años de práctica del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007, basada en la actitud presentada por el pueblo en la praxis plena del proyecto, ya que el mismo no es concebible bajo el perfil de las miserias que el capitalismo ha sembrado en el corazón del venezolano desde la época colonial.
Hoy más que nunca si queremos edificar como partido político el sueño que el pueblo venezolano tiene concebido en su conciencia respecto al proyecto bolivariano debemos asumir la ética socialista en todas sus implicaciones tal cual lo ha venido haciendo a lo largo de estos once años de gobierno el máximo líder de la revolución, el comandante Chávez, ya que como sentenciara el bolivarianista José Martí “los pueblos tienen la necesidad de amar algo grande, de poner en un objeto sensible su fuerza de creencia y de amor… Exáltese al pueblo: su exaltación es una prueba de su grandeza”.
Es necesario que la militancia psuvista y su práctica de gobierno esté impregnada en cada momento y en cada acción de la ética socialista puesto que el mayor daño que podemos hacerle al proyecto bolivariano es divorciarnos de sus propias concepciones y además estaríamos alzando las banderas de una educación necesaria para un pueblo que siendo, como lo dijera Carlos Marx, criaturas del poder y del capitalismo, se ha de imponer la gran tarea del desaprender: “el pueblo más grande no es aquel en que una riqueza desigual y desenfrenada produce hombres crudos y sórdidos y mujeres venales y egoístas: pueblo grande, cualquiera sea su tamaño, es aquel que da hombres generosos y honestos, así como mujeres puras y con conciencia social”, parafraseando de nuevo a Martí.
Estas reflexiones no pretenden otra cosa que ser un planteamiento más de los que dentro del PSUV se han hecho y se seguirán haciendo, en la intensión de seguir enriqueciendo el debate entre camaradas. Aquí no hay nada original, nada que no se haya dicho ya, entre nuestra gente del pueblo, nuestros dirigentes y militantes de la base, nuestro comandante Chávez. También se evidencian diferencias y matices. Cómo no haberlos si somos un partido de mujeres y hombres rebeldes, revolucionarios, inquietos, con deseos de aportarle siempre a nuestro proceso revolucionario. En el marco del respeto y la fraternalidad debemos compartir nuestras reflexiones, confrontar cualquier diferencia, seguir construyendo los caminos transformadores. Suscribimos los documentos del partido emanados de nuestro primer congreso extraordinario, ratificando nuestras convicciones anticapitalistas y antiimperialistas, bolivarianas y socialistas, nuestra lealtad al comandante Chávez, al partido y a sus direcciones y al pueblo venezolano y a la causa revolucionaria de todos los pueblos del mundo.
En Duaca, a los catorce días del mes de enero de dos mil once, Bicentenario de nuestra independencia y de la ratificación del fortalecimiento orgánico, político e ideológico de nuestro partido como instrumento del pueblo en la lucha por el socialismo.
PATRIA, SOCIALISTA O MUERTE, VENCEREMOS
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