Aquí se dio cuenta que el asfalto era un maquillaje, pues sus pies al igual que los del pueblo se embarraron |
Especial Corepsuv.- Lunes 4 de octubre, la visita del comandante Chavez, parecia un rumor mas que una realidad, quizas porque al alcalde no le convenia el pueblo en contacto con el comandante, pues si no era asi la fulana seguridad de este quedo en evidencia, cuando le pidio al pueblo que se armo de sus pancartas como mecanismo para llegar al presidente, que las quitaran.
Sin embargo no era un rumor era una realidad, de la que nos convencimos cuando vimos a la misma contratista que viste a los obreros de sus obras con la franela de Henri Falson, echando un bacheomaquillaje en las instalaciones de la escuela para que el comandante lo viera todo bonitico y no se diera cuenta que la vaina estaba ademas de oculta, improvisada.
Pero como ni el pueblo ni el comandante somos pendejo, el primero se volcó masivamente y se aposto a las puertas de la escuela, mientras que adentro en el sitio del acto, solo la burocracia asalariada y con bozal de arepa, esperaba para hacerle creer al presidente que en Palavecino todo esta bien, mientras que el comandante, con su aguda capacidad de tomarle el pulso al pueblo, se paro a conversar con la gente, a darse cuenta de lo que el sospechaba, que la burocracia contrarrevolucionaria lo quiere separar de la realidad.
Lo primero que descubrió el comandante es que el asfalto estaba recién aplicado, lo segundo que el pueblo no estaba en el sitio del acto, sus acciones las que de el esperamos, dio la orden para que Casa Militar, pasara a todos y a todas las que por su pasión, se habían apostado en la entrada, ahí comenzó lo que todos pudimos ver por televisión.
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