Javier Biardeau R.
¿Esquizofrenia política? Tal vez. ¿Cinismo? Probablemente. ¿Real-politik? Sin duda. ¿Garantía de victoria? Mejor, chantaje. ¿Simple política del “doble vínculo”? Miedo a la libertad y al auto-gobierno popular. Repetimos: ¡Que viva Simón Rodríguez! Nada como sus ideas, para reconocer los resortes de la “mentalidad sumisa”. Desde un falible punto de vista, la cooptación se refiere a la liquidación “legalista-positivista” y dudosamente consistente con el espíritu constituyente y Constitucional de 1999, con la legitimidad democrática de la participación popular, con la soberanía popular directa (art.5). El sujeto del protagonismo político es claro: el Cogollo, “el mismo musiú pero con diferente cachimbo”, o como dicen en otras latitudes: “la misma mona pero con diferente rabo”. Primera contradicción con todos los principios. ¿Dijo usted el “Libro Azul”? ¿Dijo usted la Agenda Alternativa Bolivariana? ¿Dijo usted el “proceso popular constituyente”, sus valores, ideas y principios? La crítica radical a la oligarquía, la crítica radical a la partidocracia, la crítica radical a los cogollos y la democracia representativa. ¿Donde están los principios? Real-politik mata a “principios”, escuche bien “compañero-camarada-combatiente”. Usted, ¿es disciplinado y obediente? Si sigue con la vaina, a usted le sale tribunal disciplinario. El poder por encima de la “ética socialista”. La “corrupción del poder por el poder mismo”. Hagámonos todos los pendejos. ¡Que viva la cooptación! La nueva lengua del gran hermano que se enquista en el PSUV nos preguntará en el siguiente diálogo del jefe y del militante-caimán: Jefe: - Camarada-compañero-combatiente: ¿Qué es para usted la democracia participativa y protagónica? - Militante-caimán: - De acuerdo al Plan Nacional Simón Bolívar, la “democracia protagónica revolucionaria”, Jefe - Jefe: - ¡Ajá!, ¿Pero, que más? No me conteste con sinónimos, eso no vale aquí “camarada-compañero-combatiente”-. Militante-caimán: - Bueno, bueno: de acuerdo al art 5, disposiciones fundamentales de los Estatutos del Partido más democrático de nuestra historia, en nuestro “Libro Rojo” se dicta: “Métodos de Democracia Interna”: Artículo 5: Métodos de la democracia interna. Para la toma de decisiones y elecciones internas el partido podrá utilizar diversos métodos: elección directa, universal y secreta; cooptación, elecciones de primero, segundo o tercer grado; opinión y consenso, los cuales se determinaran por las diversas instancias de dirección de acuerdo a las condiciones políticas. Jefe: -Vio compañero, ahí lo dice claro-clarito: COOPTACIÓN, ese es un método de Democracia Interna-. Militante-caimán: Coño sí, jefe, coño… Se escucha un murmullo en el viento: ¡el diablo está en los detalles! Jefe: ¿Qué dijo Camarada?... Militante-Caimán: ¡Nada mi jefe, nada, son vainas del viento! Jefe: - Bueno, déjese de vainas, y recuerde es el artículo 5 del Libro Rojo, no el artículo 5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Eso es para otra vaina -. Militante caimán: - Aaaaah!, ¿Para otra vaina?- Jefe: -Si para otra vaina. ¡Es más, léalo!- Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos. Jefe: -¡Vio compañero!, una vaina es una vaina, otra vaina es otra vaina. Una cosa es el partido, otra los órganos que ejercen el poder público. Es para los órganos del Estado eso de que están sometidos a la soberanía popular, el partido, sólo en veces…claro! de acuerdo a las condiciones políticas. ¿Me entendió camarada-compañero-combatiente? Militante-Caimán: - Entendido, Jefe, entendido- . ¡Que complejas son las leyes!, Jefe… Jefe: - No se ponga leguleyo, entonces: el asunto es político con P mayúscula. Escuche bien, P maaayúuscula! Sepa responder, no joda, no vaya a ser que lo nombren delegado algún día y se encuentre con el Comandante-Presidente y le pregunte quién lo promovió en el partido, porque si no se va a quedar en la base, cuidado con vainas y se me vuelve quintacolumnista-cuarto-republicano-escuálido-pro-imperialista. Militante-caimán: Seguro, jefe, seguro…Pero jefe, ¿una duda? Jefe: ¿Y ahora? Militante-Caimán: - Coño, es que me aprendí la Constitución Bolivariana de memoria desde el año 1999 hasta el 2007, cuando empezó el peo de la Reforma, esa vez que nos jodimos por un “podrido”. Jefe: - Verga, que peo contigo caimán, estás demasiado leguleyo, no te metas en internet, ni leas Aporrea ni Televisión, que en los diálogos de las novelas te meten gato por liebre, recuerde la guerra de cuarta generación, te lo he dicho. ¿Que pasó ahora? Militante-Caimán: -El artículo 67, jefe, el de la Constitución: “Artículo 67. Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de asociarse con fines políticos, mediante métodos democráticos de organización, funcionamiento y dirección. Sus organismos de dirección y sus candidatos o candidatas a cargos de elección popular serán seleccionados o seleccionadas en elecciones internas con la participación de sus integrantes. “ Jefe: ¡Chiiiito, no joda! ¿Está loco, no lea esa vaina duro? Déjate de pajas locas. Eso seguro que ya está resuelto en el Tribunal Supremo. Militante-caimán: ¿De verdad, jefe? Jefe: Como escucha compañero: ¡de verdad! Aquí quien manda es… el pueblo, no joda. ¿Si o no? Carajo! Militante-Caimán: Sin duda, jefe, sin duda… Jefe: ¡Que viva la cooptación! Militante-Caimán: ¡Que viiiiiiiivaaaaaa! Venceremos, jefe, venceremos… -Tomémonos una friita, jefe…- Jefe: -No, compañero, desde ahora, solo Whisky, recuerde y que no se le olvide nunca-nunca esta vaina que le voy a decir-: ¡Nosotros, compañero… no somos como los Adecos…! jbiardeau@gmail.com |
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