En estos últimos días la Revolución Bolivariana ha planteado en realzar cada vez más a la clase desposeída: Los obreros y los campesinos, pero ahora les toco atender a la clase media (clase que nunca estuvo olvidada, ni apartada de la revolución e incluso muy beneficiada por las diversas políticas públicas). Clase social que fue estafada y maltratada por los empresarios de la construcción, un sector social que es medula vital para el Proceso Bolivariano; si se descuidase se convertiría en una masa poderosa contra la Revolución, sería presa fácil para las trampas de la Göebbel-Media (parafraseando a Carlos Polanco).
Recordemos que nuestro Gobierno Revolucionario, solamente le quedan dos años de gestiones y requiere garantizar el éxito en las próximas elecciones del 2012. Las recientes expropiaciones sobre las obras inmobiliarias que conduce la Vanguardia Revolucionaria y liderada por el Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, calan en la opinión pública nacional sobre todo en la clase media, un episodio que se convierte en victoria para el Proceso Revolucionario; ante tal impacto social, la contra-revolución sabe perfectamente que ha recibido un fuerte gancho en la boca del estómago, desesperados, solamente les queda satanizarlas como atentados al “libre comercio o atropello” contra los empresarios de la construcción (sicarios-económicos). También, se escarnecen contra aquellas victimas (clase media estafada) que claman por sus derechos constitucionales y denuncian el grosero robo inmobiliario. Asimismo, los “sectores de la oposición” terminan reprochándolas como “los quejones, busca la vida o personas que son costeadas por un partido político del Gobierno”.
La Revolución le garantiza viviendas dignas a los despojados, les promete un verdadero hogar con todos los servicios que requiere, sin recaudarles ni un centavo más y ni cobrarle el ilegal Índice de Precios al Consumidor (IPC). Estos acontecimientos sociales, son patrones típicos de las luchas de clases en donde los sicarios-económicos mercantilizan todos los medios de producción material, en este caso: La vivienda. Privando al usuario el derecho a vivir dignamente, siempre buscando una máxima renta a costilla de la gran mayoría.
Por otra parte, algunas personas que son victimas de las escandalosas estafas inmobiliarias, hacen el papel de Malinche, es decir, defienden o apoyan al estafador. Este sector disociado que esta “sensatamente” informado sobre la crítica situación de las viviendas, terminan dejándose arrastrar por las matrices de opinión que inyecta día tras día los estafadores y las industrias tradicionales de la Göebbel-Media.
Por ejemplo: Los estafadores dicen que el Gobierno está estafando a los compradores.
De igual manera, La Fiscal General de la República: Luisa Ortega Díaz, ha declarado (a través del programa: Al Descubierto, transmitido por Venevisión) que 54 fiscales entre nacionales y regionales están trabajando para proteger a las compradoras y los compradores, y combatir contra aquellos empresarios corrompidos que siguen imponiendo y cobrando el Índice de Precios al Consumidor (medida burguesa, que fue eliminada por la resolución emanada del Ministerio del Poder Popular para las Obras Públicas y Viviendas y respaldada por el Tribunal Supremo de Justicia). Disposición que además, era cobrada por otras vías encubiertas e incluyéndoles un incremento de hasta 300% sobre el monto inicialmente pautado.
Asimismo, el Ministerio Público ha recibido hasta el momento 9 acusaciones, 2 órdenes de captura, 4 imputaciones y 93 medidas cautelares, todas ellas de la misma naturaleza. Mientras que en los últimos días se han solicitado 2 medidas privativas de libertad, 25 prohibiciones de salida del país, 66 medidas reales de impedimento de enajenar, agravar y congelación de instrumentos financieros. Así pues, todo el sector de la construcción e inmobiliario relacionados a los citados sucesos, serán sometidos a investigaciones por los principales casos de usura, de operaciones financieras y estafas.
El Gobierno Bolivariano, ha desarticulado y sigue desarticulando toda la maraña de corrupción que era conducida por varias empresas constructoras y organismos financieros privados (como el caso de Econoinvest), nuestra Revolución debe blindarse muy bien del capitalismo salvaje que es perfectamente astuto para penetrar a nuestro sistema crediticio gubernamental, es bien sabido que muchas de estas empresas inmobiliarias mercantilistas recibían diversos créditos a bajo costo de interés por parte de la banca pública para las edificaciones de viviendas o apartamentos, pero todo fue un complot de especulación o fugas de capitales hacia el exterior. Es decir, un ataque directo a nuestra economía nacional.
Por otro lado, cabe recalcar que el Gobierno Revolucionario ha nacionalizado múltiples empresas siderúrgicas que fabrican productos para la construcción, además que contribuirán en bajar los costos de los materiales, tales como: Vigas, cabillas, barras de aceros, palanquillas, entre otros productos. Con las nacionalizaciones de las compañías siderúrgicas más importantes del país como: Siderúrgica del Orinoco (SIDOR), Industria Venezolana de Aluminio (VENALUM), Aluminio del Caroní (ALCASA) y Siderúrgica del Turbio (SIDETUR): Empresa que representa –según, Luís Alberto Matos- un control de más de 85% del mercado de cabillas (material básico para la construcción de viviendas). Es decir, se estaría garantizando los diversos proyectos habitacionales y obras públicas que impulse el Gobierno Nacional y Regional.
El Presidente, Comandante y Camarada: Hugo Rafael Chávez Frías lo ha pronunciado y demostrado hasta la saciedad, el Proceso Revolucionario y Bolivariano es un “Gobierno Proletario y Obrerista”.
Chávez, es un Presidente que no abandona a su “suerte” a la clase proletaria; más bien la resguarda y le trasmite toda su confianza absoluta a ese trabajador talentoso que posee la enorme capacidad para conducir las numerosas empresas nacionalizadas. En resumen, nuestra clase trabajadora está conscientemente cuál es el camino a seguir, expresándolo con alegría el discurso propio del socialismo:
“La nacionalización de SIDETUR, la esperábamos desde hace rato. Era una necesidad para la dignificación de los trabajadores. Nos hemos quitado el látigo, la bota del patrono. Queremos que se fabriquen ferreterías socialistas ahora, para que sus productos, que son materia prima para las viviendas, lleguen a los necesitados a precios justos”. Apuntó Tirso García, obrero de la planta de SIDETUR.
Alerta Roja: ¡Los Burócratas, crean el Capitalismo! ¡Los Pueblos, hacen la Revolución!
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