Tengo mi sueño herido y la esperanza intacta

lunes, 17 de diciembre de 2012 |



Usted está sembrado y vivo en todos los corazones y en todas las manos, de todos los hombres y de todas las mujeres de bien...

Tengo mi sueño herido y la esperanza intacta

Fernando Pérez |  

Con Usted aprendí a amar a los hombres presidente. Antes amaba sólo a las mujeres y a los hombres los apreciaba. No había amado más que a mi papá, a mi hijo y a mis hermanos. Amar a otro hombre era indicio de femineidad, de poca virilidad, de debilidad.

Pero llegó el comandante y mandó a parar eso de ser sólo macho y hembra, y Usted empezó a decir que era feminista; y nosotros los machos de izquierda empezamos a reflexionar la vaina.

Un día me descubrí llorando por Usted en la Plaza Bolívar cuando dijo que tenía cáncer. Y otro día, el 04 de octubre de este año, el día del cierre de la campaña, lloré por Usted, cuando lo vi mojándose como todos nosotros y nosotras, sin cubrirse de la lluvia o tomarse ese permiso o prebenda que da el poder. Usted se mojó de lluvia como se mojó todo su pueblo.

Y el sábado 08 de diciembre, cuando Usted nos llamó para decirnos que tenía que volverse a operar, y que por si las moscas pasaba una vaina rara, que votásemos por Maduro. Que dejáramos las peleas entre nosotros por un piazo de helado o por unas piches metras. Que lo importante era la familia, el hogar-patria y el futuro. Que eso se consigue si dejo de mirarte feo y te veo lo bonito; y que debemos de estar juntados para cuando venga el lobo feroz. Que el lobo está esperando que cada uno tenga su casa-propia-privada-personal-de-él-o-ella-solito(a) y entonces soplará, nos tumbará la piazo e`casa individual y nos comerá.

Que por eso debemos estar en la Misión "NOSOTROS CON CHÁVEZ". Porque Chávez es pueblo, es Bolívar, es América, es Revolución, es Liberación, es Esperanza y es Socialismo en proceso.

Y entonces me siento en mi cama, solo; y no me dan ganas de leer, ni de prender el televisor, ni me dan ganar de tirar, sólo quiero estar solo; y me descubro llorando; me descubro mentándole la madre al destino y acusando al cáncer de ser de derecha, porque jode a los buenos y no a los malos.

Y entonces también descubro, camarada presidente, que lo amo (y no me importa si me dicen niñita, mariquito o pendejo o mujercitica. Porque con Usted descubrí que las mujeres son más importante que los hombres. Que mi mujer es más importante que yo, y más humana que yo, y más madura que yo, y más humilde y más inteligente, y más rebelde que yo, y más comprometida con la Revolución que yo. Y que si mi mujer es mujer; y que para cualquier espacio revolucionario donde vaya, o para donde yo voltee la cabeza, lo que veo son mujeres con franelas rojas, y entonces si mi mujer es estas mujeres y estas mujeres son mi mujer, entonces la revolución está garantizada comandante.

Entonces, si nuestras mujeres van detrás de Maduro diciéndole como es la cosa y por donde es la vaina, entonces si triunfaremos y llegaremos donde queremos llegar. Cada mujer tiene un adoquín en la mano para irlo poniendo en el camino de nuestro Socialismo a la Bolivariana, y que ese camino va bajando pa` bajo para el Sur y no pal norte. Para el Sur para donde también están Cristina y Dilma, que también son mujeres, y aunque allá la vaina es distinta, también están construyendo su propio experimento, irreverente a veces, más cerca de sus pueblos que antes, seguro.

Mi comprendimiento no da para tanto, a lo sumo puedo juntar dos o tres ideas, pero lo que sí sé, es que si yo voy detrás de mi mujer y de mi hija y de mis compañeras y de las mujeres con franelas rojas, que son más inteligentes, más revolucionarias y más socialistas que yo, entonces de verdad verdad que la Revolución está asegurada.

Y si ellas, que son más inteligentes, lo aman a Usted, entonces yo también lo amo. Y aquí no cabe eso de que se partió esa galleta; y que este amor que siento y que sentimos los revolucionarios por Usted, camarada presidente, no es el mismo amor que le gritó un lambucio a pedro carmona estangagaos, "te queremos pedro", en Miraflores ese fatídico 12 de abril. Ellos lo que querían era el poder, era (y es) el dinero, era mandar, era seguirnos esclavizando, entregándose al imperio, matándonos de hambre y desaparecernos, figurada y literalmente hablando.

Con Usted aprendí, que no hay peo en amar a Sai Baba, a Jesus, a la Virgen, al Cristo de la Grita, a los Espíritus de la Sabana, al mismo tiempo que se ama a esta revolución. Que eso no es una contradicción. Que si nuestro pueblo tiene a Dios como sombrero y dentro del corazón, entonces eso es lo correcto.

Que Usted también es la reencarnación de Camilo Torres, del Che y de Cristo y de Bolívar.

Usted está sembrado y vivo en todos los corazones y en todas las manos, de todos los hombres y de todas las mujeres de bien, de nuestro y de todos los continentes, y que en cualquier piacito e`tierra donde haya un revolucionario(a) o una persona haciendo el bien a los pobres, allí también estará Usted amado presidente, porque…..

Usted fue y es nuestro milagro;

Usted fue y es nuestro sueño, y…

Usted fue y es nuestra esperanza.


atencionsocialista@gmail.com>

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