¿Qué pasaría si ETA, una organización considerada como terrorista según la legislación española, inaugurara una sede en La Habana o Caracas? Escándalo mundial, seguramente. Pero cuando una organización es etiquetada de terrorista por el gobierno de Cuba y está inaugurando una sede legalmente en la capital de España se forma una ocultación política y un silencio de los medios de comunicación internacionales.
Nacy Pavón muestra uno de sus pies amputado como consecuencia del ataque terrorista ejecutado por
ALPHA 66 al poblado de pescadores de Boca de Samá, en el municipio de Banes, Holguín.
¿Qué pasaría si ETA, una organización considerada como terrorista según la legislación española, inaugurara una sede en La Habana o Caracas? Escándalo mundial, seguramente. Pero cuando una organización es etiquetada de terrorista por el gobierno de Cuba y está inaugurando una sede legalmente en la capital de España se forma una ocultación política y un silencio de los medios de comunicación internacionales.
El 18 de Mayo[1] nació en Madrid una nueva sede de la organización terrorista anticastrista ALPHA 66, donde mantiene su oficina central en Miami. ALPHA 66 tiene 50 años de historia y fue conformada por cubanos contrarios a la Revolución Cubana justo después de su derrota en el intento de invasión en la Batalla de Playa Girón dado que el ejército liderado por Fidel Castro los neutralizó. Después de esta improductiva estrategia bélica de ocupación planificada por los Estados Unidos, se hizo un cambio táctico y la Central de Inteligencia Americana (CIA) fundó grupos terroristas como herramientas para desestabilizar con ataques espontáneos al gobierno socialista cubano.
Según un informe público del estado cubano[2], desde la década de los 60 ALPHA 66 ha realizado diferentes acciones criminales como asesinatos de pescadores, ataques contra embarcaciones e instalaciones económicas costeras, e incluso contra un albergue de estudiantes en la ciudad de Tarará en 1963. Más recientemente, en los años 90 organizaron varios intentos para asesinar a Fidel Castro, otros ataques contra pescadores para generar pánico en este sector productivo y sobre todo atentados contra servicios turísticos, principal fuente de ingresos de la isla, como al Hotel Guitart Cayo Coco, o amenazas a las embajadas cubanas en México, Ecuador, Brasil o Canadá. Además, muchos de sus cabecillas como Andrés Nazario, han sido vinculados al negocio del narcotráfico. Desde la muerte del ex-líder Nazario Sargen, la organización ALPHA 66 es dirigida por Ernesto Díaz Rodríguez de 66 años.
La protección del gobierno de los Estados Unidos a grupos terroristas anticastristas como ALPHA 66, los Comandos F-4 o La Fundación Nacional Cubana Americana, se hizo todavía más manifiesta al detener a 5 cubanos antiterroristas (René, Ramón, Antonio, Gerardo y Fernando)[3] el 12 de septiembre de 1998, acusándolos de espías contra el gobierno y de cometer delitos de injerencia. Mientras el objetivo de los cinco cubanos era extraer información sobre los planes terroristas de estos grupos, quienes se movían con plena libertad en los Estados Unidos, para transmitir información al gobierno cubano y así evitar nuevos ataques a la isla. El vínculo entre gobierno y organizaciones terroristas anticastristas se hizo más visible el 20 de mayo de 2003[4] cuando el presidente norteamericano George W. Bush, invitó al líder de ALPHA 66, Díaz Rodríguez, a una reunión en la Casa Blanca, donde también participó otro miembro, Eusebio de Jesús Peñalver Mazorra, que fue arrestado en California el 12 de diciembre de 1995 pero no encarcelado a pesar de disponer de arsenal militar ilegal para hacer un ataque terrorista contra Cuba. Si Eusebio hubiese sido comunista o islamista hubiese dejado de caminar libremente por las calles, y hoy estaría entre barrotes.
Además, el 2 de junio de 2005, el Presidente Bush dirigió una carta pública de agradecimiento confirmando su compromiso político con ALPHA 66 y resaltando que apreciaba conocer las ideas y estrategias del grupo paramilitar. Ejemplos como la detención en los Estados Unidos del terrorista que hizo servicios para el ALPHA 66, Luis Posada Carriles, pero que simplemente fue juzgado como inmigrante irregular y no por acciones armadas ilegales; como los varios intentos de asesinar a Fidel Castro, su intervención con los paramilitares de Nicaragua contra los sandinistas, el atentado contra el vuelo 455 de Cubana Aviación que hacía el trayecto Barbados-Jamaica-Cuba donde murieron mas de 80 personas, o el asesinato del turista italiano Fabio Di Celmo en la explosión de la bomba que instaló un mandado en el Hotel Copacabana de La Habana, refleja, una vez mas, el vínculo del gobierno de los Estados Unidos y todas sus estructuras políticas con las organizaciones terroristas anticastristas.
La historia se repite en el estado español. Los vínculos del gobierno del Partido Popular (1996-2004) con organizaciones anticastristas como la Fundación Nacional Cubano Americana fundada por Jorge Mas Canosa, totalmente anexionada a las acciones de ALPHA 66, ha sido constante. El PP lideró la política de Posición Común de la Unión Europea para ejercer un bloqueo continental en la isla inspirado en el que trae Estados Unidos desde los años 60. A pesar de perder el PP las elecciones de 2004, al continuar controlando regiones como la Comunidad Autónoma de Madrid con la ultraconservadora Esperanza Aguirre desde las instituciones de la capital española se continuó financiando a la FNCA e indirectamente a ALPHA 66 en acciones por una “Cuba Libre” por medios de la cooperación internacional.
No existe la objetividad del derecho nacional e internacional para etiquetar quién es el terrorista, sino que el terrorismo se nombra y se escoge a la carta según los intereses subjetivos de los imperios. En Libia los actores armados han sido definidos por los gobiernos occidentales y por la prensa como rebeldes y no como terroristas como si son etiquetados los palestinos de base que luchan contra la invasión de Israel. En Colombia la guerrilla de las FARC-EP son narcoterroristas mientras el Presidente Uribe, vinculado a los paramilitares y narcotraficantes, recibió la medalla de la Libertad por parte de Bush en la Casa Blanca[5]. Las diferencias continúan a nivel estatal, cuando Irán se identificada como dictadura islámica pero el socio de Arabia Saudí que hace duras represiones religiosas es denominado como monarquía tradicional. Y lo mismo se puede decir, en esta comparación de valores subjetivos políticos según Estados Unidos y la Unión Europea, que en Cuba existe represión política pero las represiones actuales en el Estado Español, Chile o Inglaterra contra los “antisociales” del 15-M, estudiantes, o inmigrantes, son para mantener el orden social. Y añadiendo, el gobierno español de Zapatero es demócrata, a pesar de reformar el Artículo 135 de la Constitución junto con el PP sin convocar ningún referéndum popular, pero el de Hugo Chávez es una dictadura militar venezolana a pesar de que ha convocado a más de 3 referéndums constitucionales y un revocatorio en 10 años, aceptando Chávez la derrota del que se celebró en diciembre de 2007.
En definitiva, la organización terrorista ALPHA 66 contra la Cuba Socialista recibe apoyo legal, económico e institucional tanto en Miami como en Madrid siendo etiquetada como organización de los Derechos Humanos, mientras hace uso de atentados. Las acciones en si no son la base que hace nombrar quién es terrorista, la causa es el tipo de sujeto qué hace estas acciones y contra qué objeto las hace. (Tomado de Kaos en la Red)
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